El cuatrimestre que comienza el 1 de abril y finaliza el 31 de julio, con la llegada de las vacaciones veraniegas, se presenta muy cargado para los intereses de los agricultores y ganaderos de la UE, incluidos los españoles, por supuesto.
De entrada, y si se cumplen las previsiones que manejan en Bruselas, dentro de un mes, a principios de mayo, la Comisión Europea presentará su propuesta sobre el Marco Financiero 2021-27, que están preparando durante esas semanas el comisario Oettinger, alemán por más señas, y su mano derecha, la española Nadia Calviño, que es la directora general de Presupuestos de la Comisión Europea.
Llegado ese momento, tendremos una primera idea del dinero con el que contará la PAC durante ese período. A tenor de las declaraciones que ha realizado el primero, lo más probable es que se proponga una reducción de los fondos destinados a financiar esta política en relación con los vigentes actualmente, aunque todavía es muy pronto para decir de cuánto será ese recorte. Habrá que esperar a conocer el “Paquete Oettinger-Calviño”.
A finales de mayo o principios de junio, siempre si se cumplen las previsiones existentes en la capital comunitaria, la Comisión Europea presentará las propuestas sobre la PAC del futuro, que están preparando el comisario Phil Hogan, irlandés, y su equipo. En esas propuestas, que como las del Marco Financiero deben ser negociadas en paralelo en el Consejo de Ministros (Cumbre Europea de los Jefes de Estado y de Gobierno, en el caso del dinero) y en el Parlamento Europeo, se establecerán los instrumentos para repartir el dinero que se haya asignado a la PAC.
Si nos atenemos a lo que se recogió en la Comunicación del pasado mes de noviembre, estaríamos en puertas de una nueva vuelta de tuerca en el proceso de renacionalización de la PAC, al que asistimos desde hace varios años.
En clave interna habrá que prestar atención a la política de aguas. En primer lugar, en los próximos días sabremos si se autoriza un trasvase desde el Tajo al Segura. Desde la Comunidad Valenciana, Murcia y Almería se reclama con insistencia; desde Castilla la Mancha se oponen a pesar de que ya se reúnen, por poco eso sí, las condiciones para autorizarlo, al haber aumentado las reservas de agua en los pantanos de la cabecera del Tajo. En segundo lugar está el verdadero tema de fondo, que no es otro que la negociación de un Pacto del Agua.
Semanas atrás se filtró un borrador del proyecto preparado en la Secretaria de Estado de Medio Ambiente del MAPAMA. Si un proceso negociador de estas características es siempre complicado, en la situación política actual que se vive en España lo es todavía más. ¿O no?, como diría Rajoy.