La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) reconoce que, con la incorporación de las cuencas del Gállego-Cinca y Huerva a finales de mayo, la mitad de la cuenca estará en situación de emergencia por la sequía.
La presidenta de la Confederación, Dolores Pascual, lo ha asegurado en declaraciones a los medios antes de asistir a la reunión de la Comisión Permanente de la Sequía del organismo de cuenca para analizar la situación hídrica actual y las medidas puestas en marcha para paliarla.
El 30% de la cuenca del Ebro se encuentra en situación de escasez
Desde el 26 de abril se realiza un análisis cada 15 días y «la situación ha empeorado» con el 30% de la cuenca en la actualidad en situación de escasez, es decir, emergencia, una declaración que le otorga al organismo de cuenca garantías jurídicas para la adopción de medidas excepcionales.
Para la Confederación, se trata de una de las sequías «más graves» porque afecta a la mayor parte de la cuenca, debido a que los embalses no se han recuperado de la sequía de 2022 cuando los agricultores ya tuvieron que afrontar prorrateos y restricciones.
Medidas
Entre las principales medidas, la CHE ha acordado la condonación de cánones y rebaja de tarifas para los sistemas de riego que han visto reducidos sus derechos de agua, así como obras de emergencia en los embalses del Ebro y Yesa para garantizar los abastecimientos a Cantabria y Zaragoza y su entorno, respectivamente.
También ha establecido control de caudales ecológicos y de vertidos y se han habilitado autorizaciones provisionales en caso de necesidades puntuales de agua para salvar situaciones de crisis.
Otra de las actuaciones de la Confederación ha sido la puesta en marcha de un plan de vigilancia para el cumplimiento de los caudales ecológicos y otro de vigilancia ambiental para el Delta del Ebro.