Durante el curso de política agraria que está comenzando los agricultores y ganaderos
españoles se juegan mucho y necesitan, como el comer, un Gobierno que exista, que
aparezca y que dé la cara por sus intereses, por los de los agricultores y ganaderos, me
refiero. Durante este curso, muy electoral por cierto, porque habrá elecciones al
Parlamento Europeo, a los Ayuntamientos y a la mayor parte de las Comunidades
Autónomas, se va a entrar de lleno en la negociación del Presupuesto de la UE para el periodo 2021-27, es lo que se llama el Marco Presupuestario. De lo que pacten los
Jefes de Estado y de Gobierno de la UE dependerá el dinero que haya para financiar la
PAC. De momento, lo único que sabemos es que la Comisión Europea ha propuesto un
recorte de los fondos de la PAC, que, dependiendo de cómo se hagan los cálculos,
puede oscilar entre el 5 o el 15 por ciento. Sabemos también que el Presidente de la
República Francesa, Macron, rechaza cualquier recorte del dinero de la PAC.
Sin embargo, no sabemos cuál es la posición del Gobierno español como tal,
porque su presidente Pedro Sánchez no ha dicho esta boca es mía sobre este espinoso
asunto del dinero. Tampoco ha dicho nada Nadia “recortes” Calviño, en su calidad de
Presidenta de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, entre
otras cosas porque anda desaparecida. Esperemos que resucite. Y otro que ha estado
desaparecido durante gran parte de este mes de agosto ha sido el ministro de
Agricultura, Luis Planas, del que no sé si pinta algo en el Gobierno y si va a dar la
batalla por defender de verdad los fondos de la PAC y el dinero de las ayudas de los
agricultores y ganaderos.
«No sabemos cuál es es la posición del Gobierno español porque su presidente no ha dicho esta boca es mía sobre este espinoso asunto del dinero»
El dinero es la principal clave de este curso político, pero no la única: también están
la negociación del Brexit, la de la PAC, o las relaciones comerciales con Estados
Unidos, Mercosur o Australia y Nueva Zelanda, entre otros. Estamos, por lo tanto, ante
un curso político decisivo con muchas citas electorales de por medio y con la crisis de la
inmigración -de importantes y graves repercusiones en esas citas electorales- como
telón de fondo, por el aumento de la xenofobia y los populismos en varios Estados
miembros. Eso puede hacer ingobernable el próximo Parlamento Europeo. España y
sus agricultores y ganaderos se juegan mucho en este curso. ¡A ver si el Gobierno en su conjunto y los ministros más afectados se enteran y despiertan de su letargo
veraniego!