El ministro de Agricultura, Luis Planas, estuvo la semana pasada en la provincia de Valencia, su primera visita a zonas afectadas por la DANA de finales de octubre. El objetivo era comprobar el estado de ejecución de las obras en infraestructuras, como caminos rurales o sistemas de riego, y en explotaciones agrarias, así como los trabajos de limpieza y reparación en fincas.
Para saber lo que habría que hacer en La Albufera, en la última emisión de AGROPOPULAR -11 de enero- contactamos con José Segarra, que fue director del Parque Natural de la Albufera y es hijo y nieto de cultivadores de arroz en Sueca.
Recordó que cuando él estaba al frente tenían en marcha proyectos de canalización, mejora y encauzamiento del barranco del Poyo que finalmente no se llevaron a cabo por una oposición fuerte en cuanto a las características de la obra. En su opinión, si se hubieran realizado «actualmente no estaríamos hablando de las consecuencias tan trágicas y negativas que ha tenido la DANA en Valencia».
En este sentido, apuntó que «una máxima que se repite mucho es que el agua es fuente de vida y si se gestiona bien crea riqueza pero a su vez también es causa de muerte si no se realizan las obras necesarias para su encauzamiento, mejora y evitar los efectos negativos que una barrancada puede producir».
«El agua es fuente de vida y si se gestiona bien crea riqueza pero a su vez también es causa de muerte»
¿Qué daños ha sufrido la laguna de La Albufera? Sobre esta cuestión, Segarra explicó que ha recibido una aportación masiva de un agua desbordante y todavía se desconocen los efectos que puede producir en el ecosistema del lago. No obstante, lo que sí está claro es que tanto el parque natural como los arrozales contienen «una exageración» de residuos sólidos arrastrados por la riada.
¿Y qué hay que hacer ahora? Para José Segarra una de las prioridades es que todas las administraciones competentes trabajen de manera coordinada. También consideró vital que se realicen «de una vez por todas» estudios de mejora, prevención y restauración de la calidad ambiental de La Albufera para recuperar la calidad del agua que tuvo en su día. «Eso es cuestión de voluntad política y poner dinero», concluyó.