La cooperativa agroalimentaria Dcoop ha criticado el panel de catas utilizado para definir la categoría del producto como un «monstruito que está perjudicando tremendamente al sector olivarero».
Según ha señalado su presidente, Antonio Luque, «el panel de catas es algo que defiende todo aquel que no tiene ni idea de lo que es este sector y que no ha vendido un kilo de aceite en su vida».
Para Luque, este procedimiento es un «método subjetivo» caracterizado por la polémica y que «cada vez se usa más como barrera comercial». Asimismo, ha añadido que «para que un panel no falle lo que hace es subir cada vez más el listón».
En paralelo al debate sobre el sistema de catas, el presidente de Dcoop ha apuntado que puede haber «operadores desaprensivos que en un aceite de oliva metan otros vegetales, en ningún caso malos para el consumo».
Por ello, cree que la Administración tiene que trabajar para que al consumidor no se le engañe «dándole gato por liebre», al tiempo que ha pedido dejarse de «tonterías» con el panel de catas porque «hay gente que se protege diciendo que hay mucho fraude».
En el mundo no hay ningún producto de alimentación cuyo método oficial sea el panel de catas
En este sentido, ha señalado que en el mundo no hay ningún producto de alimentación cuyo método oficial sea el panel de catas, y que el más parecido es el vino, en el que este sistema sirve para «valorizar» el producto cuando obtiene una puntuación alta.
Desde Dcoop mantienen que el panel de catas en el aceite de oliva debe servir para otorgar valor al producto, pero no para clasificarlo, porque «a lo mejor un panel en el mismo día prueba la misma muestra dos veces y una vez dice que es virgen extra y otra virgen».
Este sistema perjudica tremendamente al sector olivarero español y, de forma especial, a los olivares tradicionales, en opinión de Luque, que defiende un sistema de autorregulación y autocontrol, de manera que sean «más estrictos» que las normas oficiales, lo que supondría dar «pasos importantes para evitar que haya desaprensivos».
En cuanto al artículo comparativo de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre aceites de oliva virgen extra, el presidente de Dcoop considera que «el problema es el método», porque basar la calidad del sector en él es «jugar a la ruleta rusa».