La presidencia maltesa de la UE quiere que se reanuden las discusiones para tratar de lograr un acuerdo de revisión de la normativa comunitaria sobre la agricultura ecológica. Con ese fin, ha presentado a los Estados miembros un nuevo proyecto de compromiso. En líneas generales, y para tratar de lograr un consenso, es más permisivo en ciertos aspecto que los documentos discutidos hasta ahora.
Hay que recordar que entre los puntos más difíciles de la negociación destaca el de los residuos de pesticidas no autorizados. Malta sugiere introducir flexibilidad en el dispositivo de descalificación de los productos biológicos que contengan pesticidas no autorizados. El compromiso plantea dar a los Estados miembros el margen necesario para poner en marcha sus propios procedimientos nacionales para solucionar el problema. El documento suprime la referencia al establecimiento de niveles de sustancias no autorizadas así como a un régimen de compensación (en caso de detección y de descalificación de un producto). También se elimina la descalificación automática de un producto como ecológico cuando se descubran dos o más sustancias no autorizadas. Sin embargo, permite que los países que aplican reglas más estrictas en esta materia tengan la posibilidad de mantenerlas.
Ganadería
Entre los otros cambios introducidos en el texto de compromiso en relación con la ganadería figuran los siguientes: prácticas como cortar los cuernos a los bovinos y la caudectomía de los cerdos se autorizan bajo ciertas condiciones y, por otro lado, se elimina el límite máximo del número de gallinas ponedoras en las granjas bio.
La fecha para poner fin a todas las excepciones de las que se benefician los productores de algunos Estados miembros actualmente, que era uno de los objetivos de esta revisión de la legislación, se retrasa desde 2030 a 2035.
La presidencia quiere que los expertos de los Estados miembros den su visto bueno al texto a finales de este mes para que puedan comenzar las discusiones con el Parlamento Europeo en marzo.