Una asociación de padres de niños afectados por salmonela y la organización de consumidores Foodwatch se han querellado contra la multinacional francesa Lactalis por la contaminación de los alimentos para bebés fabricados en una planta de esa empresa.
La denuncia se ha formalizado ante la Fiscalía de París, especializada en temas de salud, y con ella se pretende «evitar que este escándalo se salde, como ocurre con demasiada frecuencia, con impunidad, zonas de sombra nunca aclaradas o una reacción política blanda», ha informado Foodwatch.
La organización ha considerado que el sistema falló y puso en peligro a «decenas de bebés en Francia y en los otros 85 países» en los que se vendieron la leche en polvo que había salido de la fábrica que Lactalis tiene en Craon (oeste de Francia), donde se ha situado el foco del brote.
Según Foodwatch, se han cometido infracciones que van de sacar al mercado un alimento perjudicial para la salud y exportarlo, al incumplimiento del procedimiento de retirada de un producto de las tiendas, una vez que las autoridades señalaron su peligrosidad potencial.
El pasado mes de diciembre se hizo público que un brote de salmonela (que tenía origen en las torres de secado de Craon) había afectado a decenas de niños en Francia y en otros países a los que se había exportado la leche
Para la organización, «el primer responsable» es Lactalis, que en 2006 compró la empresa Célia (que incluía las instalaciones de Craon), y que ya sabía que «más de 140 bebés» habían sido contaminados por salmonela con origen en esa factoría; aunque también ha señalado a la gran distribución, a los laboratorios y a las autoridades públicas, «que al final son responsables de la protección de los ciudadanos».
Algunas de las familias también van a querellarse contra Auchan y Leclerc por no haber retirado lotes incriminados como potencialmente contaminados pese a que habían sido identificados.