La organización agraria ASAJA celebró el jueves 25 de enero una reunión sectorial de cereales, en la que se habló, entre otros asuntos, de los efectos de la sequía sobre las siembras.
Según sus previsiones, la superficie de cereales se reducirá este año como consecuencia de los malos resultados de la última campaña, derivados de la sequía, y por los precios insuficientes para el productor. Además, los agricultores están optando por otras producciones.
El presidente de la sectorial de cereales y vicepresidente del sector de cereal del Comité de Organizaciones Agrarias y Cooperativas comunitarias (Copa-Cogeca), Pedro Gallardo, precisó que la excepción estará en la superficie de cebada, que no caerá.
La organización no facilitó datos más precisos sobre el alcance de esta merma en la superficie cultivada, aunque en el caso del maíz se podría pensar en un 20% menos en algunas zonas ante la falta de agua de riego.
El representante de la organización recordó que España tiene déficit en la producción de cereales y, si se confirman las previsiones, dependerá aún más de las importaciones para el suministro de piensos o de harinas, lo que «no es deseable» y menos para los ganaderos. Gallardo reconoció que no es sencillo resolver este asunto, sobre todo teniendo en cuenta que los rendimientos por hectárea son bajos tanto en España como en Portugal.
En este sentido apuntó que, dentro del Copa-Cogeca, españoles y portugueses pedirán que la UE reconozca esa especificidad, para que facilite que sus agricultores tengan «herramientas». Además, insistió en la necesidad de posibilitar el uso de productos fitosanitarios que pueden estar prohibidos en la UE, pero que usan, entre otros, Ucrania (uno de los países que más cereal vende a España).
Gallardo subrayó que la Unión Europea (UE) plantea límites que tampoco ayudan, como la suspensión de los insecticidas neonicotinoides o el impedimento de quemas controladas de rastrojos.
