De cara a la nueva normativa europea sobre el desperdicio alimentario, que se espera en este primer semestre de 2023, el panel de ciudadanos europeos, que celebró su segunda sesión del 20 al 22 de enero, ha presentado varias acciones que consistirían principalmente en reorganizar la cadena de distribución de los productos alimentarios, obligando a comprar una proporción determinada de productos locales y de temporada directamente a los productores.
Otra sería proponer a escala comunitaria una etiqueta específica anti-desperdicio para todos los restaurantes o desarrollar una aplicación que permitiera a los restaurantes y supermercados ofrecer alimentos a las personas que los necesiten. Con ese fin se recurriría a un intermediario (banco de alimentos, organizaciones caritativas).
El panel recomienda que se estudien las buenas prácticas en los diferentes Estados miembros y se tengan en cuenta las especificidades locales
Asimismo, el panel recomienda que se estudien las buenas prácticas en los diferentes Estados miembros y se tengan en cuenta las especificidades locales (clima, recursos financieros).
En su tercera y última sesión, prevista del 10 al 12 de febrero, el panel de ciudadanos presentará a la Comisión Europea un informe con todas sus recomendaciones, que alimentarán los trabajos de Bruselas sobre la reducción del desperdicio alimentario de cara a la presentación de su propuesta legislativa y servirán de guía para ayudar a los Estados miembros a alcanzar los futuros objetivos de reducción de ese desperdicio.