El Tribunal de Cuentas Europeo ha publicado un informe muy crítico con la Comisión Europea por la falta de eficiencia de sus medidas para luchar contra el desperdicio alimentario. Entre otras cosas señala que son acciones «fragmentadas» e «intermitentes«, que hay falta de coordinación entre los distintos servicios de Bruselas y que no se ha explotado el potencial de las políticas diseñadas para reducir el despilfarro.
Los auditores europeos consideran que la falta de una definición común de lo que se entiende por «despilfarro de alimentos» y de un punto de partida consensuado desde el que planear su reducción obstaculizan los avances en este ámbito. Además, lamentan que la Comisión no haya tenido en cuenta las recomendaciones recogidas en un informe anterior, que planteaba mejoras que no requerían nuevas iniciativas legislativas ni fondos públicos adicionales. Añaden que, «al centrar sus esfuerzos en la creación de una plataforma, de nuevo la Comisión pierde una oportunidad de abordar el problema con eficacia».
A la vista de todo ello, el Tribunal recomienda a la Comisión que refuerce la estrategia de la UE para luchar contra el desperdicio alimentario, una estrategia que debería estar mejor coordinada y contar con un plan de acción para los próximos años y una definición de «despilfarro». Le insta asimismo a que «identifique y supere los obstáculos legales a la donación de alimentos, impulse un uso más exhaustivo de las posibilidades de donación existentes y estudie la manera de facilitar la donación en otros ámbitos políticos».
La Comisión se defiende
La Comisión Europea considera que el Tribunal no ha tenido en cuenta los esfuerzos que está llevando a cabo para reducir el desperdicio alimentario. El portavoz de Salud y Seguridad Alimentaria, Enrico Brivio, ha señalado que se tendrán en consideración las observaciones que ha hecho en su informe pero afirma que las medidas puestas en marcha ya responden a muchas de ellas. Se ha referido, en particular, al lanzamiento de una plataforma en la que participan agentes públicos y privados y que será «una manera muy efectiva de atajar el problema».
