La Comisión Europea ha publicado un estudio que muestra que el 10% de los 88 millones de toneladas de desechos alimentarios que se producen cada año en la Unión Europea tienen que ver con la fecha que figura en las etiquetas de los productos.
Actualmente existen en la Unión Europea dos tipos de fecha: la de consumo preferente y la de caducidad. La mención de consumo preferente puede ser una fuente de confusión para los consumidores, que tiran los productos que han pasado de esa fecha, cuando son productos que pueden consumirse todavía. Es el caso del arroz, la pasta o el café. El estudio muestra asimismo que un 11% de los productos analizados presenta una mala legibilidad de la fecha.
Las conclusiones de este trabajo subrayan que el reforzamiento de la cooperación y de la innovación entre los operadores de la cadena de abastecimiento alimentario puede desempeñar un papel importante en la prevención del desperdicio alimentario y que pueden ser necesarias orientaciones adicionales por parte de las autoridades de control, por ejemplo para facilitar la redistribución de los alimentos más allá de la fecha de caducidad.
Este dossier forma parte de los ejes de trabajo del plan de acción para la economía circular. La Comisión va a crear un sub-grupo específico para esta cuestión de la fecha en el marco de la plataforma de la Unión Europea sobre el desperdicio alimentario, con el fin de discutir posibles opciones (legislativas y no legislativas). Sin embargo, la Comisión está reflexionando sobre esta cuestión desde 2014 y hasta ahora no ha aportado ninguna respuesta.