El presidente de la Comisión Coter, que coordina los trabajo del Comité Europeo de las Regiones, Peter Osvald, ha advertido de que la despoblación es un problema que afecta a la cohesión europea y que, junto a la supervivencia del sistema, no debe estar ligada a fenómenos como la emigración y sus efectos sobre la población.
El presidente de la Comisión ha explicado que el despoblamiento en zonas rurales empieza a ser un problema de todos los países europeos y que, por ello, están trabajando para colocarlo en la agenda política, abordándolo de una forma «más democrática» y desde el punto de vista de la «política de cohesión europea».
«Muchas veces tengo la impresión de que los políticos europeos tratan aspectos que no abordan necesariamente los problemas directos que afectan a la población, ha apuntado Osvald, que rechaza la estrategia de «imponer las normativas que marca Bruselas» ya que prefiere «indicar la hoja de ruta a seguir».
«Más dinero en los presupuestos debe significar más trabajo y productividad, no depender de la cantidad de gente»
Asimismo, el presidente de la Comisión ha añadido que el hecho de que haya «más inmigrantes y más población no significa que vaya a hacer más dinero para pensiones», ya que «más dinero en los presupuestos debe significar más trabajo y productividad, no depender de la cantidad de gente».
En este sentido, ha explicado que, en términos de despoblación, Europa está sufriendo cambios demográficos y es una realidad compleja que depende de muchos aspectos y obliga a la Unión Europea a abordarla desde las especificidad de cada región.
Por último, Osvald ha resaltado la necesidad de estudiar cuáles son las actividades específicas más importantes según la localización geográfica para actuar sobre ellas y conseguir que en cada lugar haya «un mejor futuro para los habitantes».