Bruselas autoriza la destilación de crisis para eliminar excedentes

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La Comisión Europea ha adoptado este viernes, 23 de junio, medidas excepcionales para apoyar a los productores de vino de la UE con problemas de excedentes. Una de ellas es la autorización para recurrir a la destilación de crisis, que podrá llevarse a cabo hasta el 15 de octubre de 2023. El alcohol obtenido en aplicación de este mecanismo solo puede destinarse a fines no alimentarios con el fin de evitar distorsiones de la competencia.

Los Estados miembros deben aplicar la destilación de crisis solo en las regiones o tipos de vino con desequilibrio en el mercado, que se identificarán en función de criterios objetivos, como un aumento sustancial de las existencias o una disminución del precio y las ventas.

La compensación financiera se limitará a un porcentaje calculado sobre los precios de mercado recientes para evitar, según Bruselas, cualquier abuso o sobrecompensación tras la implementación de esta medida excepcional.

El alcohol obtenido en aplicación de este mecanismo solo puede destinarse a fines no alimentarios con el fin de evitar distorsiones de la competencia

Los Estados miembros deben notificar a la Comisión antes del 31 de agosto los criterios de aplicación de la misma y pueden complementar la financiación de la UE con fondos nacionales. Hay que recordar que el Ministerio de Agricultura español ha presentado un proyecto de resolución para llevar a cabo una destilación de crisis con fondos del programa nacional en Cataluña y Extremadura.

Por otro lado, Bruselas ha flexibilizado las normas de aplicación y financiación de los programas de apoyo al vino de 2023, lo que permitirá a los Estados miembros adaptar mejor sus medidas a la situación del mercado en el presente año y utilizar mejor la cosecha en verde para prevenir o reducir el excedente potencial de vino para el próximo año.

Los beneficiarios de los programas de apoyo al vino pueden adaptar sus operaciones previstas y, en casos debidamente justificados, ejecutar sus proyectos originales solo parcialmente. El porcentaje de cofinanciación de la UE de las medidas relacionadas con la reestructuración, la cosecha en verde, la promoción y las inversiones pasará del 50% al 60%.

Francia, España y Portugal, los países con más dificultades

La Comisión ha constatado que el sector vitivinícola se está viendo afectado por la reducción del consumo debido a la inflación actual de los precios de alimentos y bebidas; este hecho, sumado a una buena cosecha en 2022 y a las consecuencias derivadas de las dificultades del mercado durante la pandemia han llevado a una acumulación de existencias.

La producción de vino de la UE aumentó un 4% en la última vendimia respecto a la anterior, mientras que las existencias iniciales fueron un 2% superiores a la media de los últimos 5 años. La caída del consumo de vino para la campaña actual se estima en un 7% en Italia, un 10% en España, un 15% en Francia, un 22% en Alemania y un 34% en Portugal. Paralelamente, las exportaciones de vino de la UE del período enero-abril de 2023 han sido un 8,5% más bajas que el año anterior, lo que contribuye a aumentar aún más las existencias.

Este contexto de mercado -añade Bruselas- se está traduciendo en dificultades de venta para los viticultores y productores de la UE, reducción de los precios de mercado y, en consecuencia, una grave pérdida de ingresos, especialmente en ciertas regiones que se ven más afectadas por estas tendencias. La situación está muy fragmentada en toda la UE y el desequilibrio entre la oferta disponible y la demanda se concentra en algunas zonas y en ciertos vinos. Los más afectados son los vinos tintos y rosados de determinadas regiones de Francia, España y Portugal.

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