La organización agraria ASAJA Córdoba ha asegurado que el consumidor paga en diferentes productos procedentes del cereal un 817% más respecto al valor recibido por el agricultor.
La organización ha expuesto la situación con el siguiente ejemplo: el precio del trigo duro, que se paga al agricultor de media, se sitúa en 0,23€/kg y el trigo blando (panificable) está en 0,18 €/kg; el coste de un kilogramo de pan es de 0,23€ y de un kilogramo de pasta 0,29€. Tomando valores medios de varios establecimientos, “obtenemos que el precio que tiene el pan es de 1,88 €/kg. Por su parte, en el caso de la pasta, el precio es de 2,06€/kg”.
Por tanto, el incremento de precio desde que un kilo de trigo sale del agricultor hasta que llega al consumidor de forma elaborada (bien sea mediante pan o pasta) y excluyendo los aditivos, se incrementa en un 817% en el caso del pan y 710% en el caso de la pasta.
Este panorama, según la organización, lleva a muchos productores, en unos casos, a plantearse su transformación en leñosos como el olivar o el almendro, que son más rentables en este momento; en otros, los productores prefieren buscar alternativas a las rotaciones tradicionales de trigo-girasol.
El precio de la gran mayoría de las materias primas destinadas a alimentación «tiene una tendencia positiva en destino, sin embargo, el beneficio que recibe el agricultor por sus productos va en descenso».
El presidente de la organización en Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha subrayado que “el agricultor no ve incrementadas sus ganancias a pesar de que el precio final del producto haya aumentado”.