La reducción de las poblaciones de polinizadores, en especial de las abejas, pone en riesgo el 75% de los alimentos de consumo humano (que dependen de la polinización) y supone «una amenaza al estado de la seguridad alimentaria y al de la biodiversidad a nivel general”, advirtió Rafael Ojeda, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La pérdida de tantos alimentos esenciales traería consigo la pérdida de nutrientes y cambios drásticos en la dieta del ser humano, el cual se debería adaptar, añadió Ojeda.
Según el académico, a nivel mundial se han registrado pérdidas del 50 y 80% en distintas poblaciones de abejas, por lo tanto, considera que «estamos hablando de crisis”.
En este sentido, señaló que la Unión Europea (UE) aventaja desde hace años a otros países como México, pues en este país, apenas se está empezando a reconocer el problema. A su juicio, una prueba de ello es que están permitidas 180 sustancias tóxicas para mantener a raya las plagas que en la UE están prohibidas.
El uso indiscriminado de agroquímicos es uno de los factores que provocan la muerte de las abejas
Por su parte, Ricardo Angiano, otro académico de la UNAM, advirtió de que el uso indiscriminado de agroquímicos es uno de los factores que provocan la muerte de las abejas. “Se ha buscado la manera de no afectar a organismos no objetivos, pero muchas veces es imposible que no se vean afectados”, añadió
Asimismo, apuntó que otro de los factores que influye en la disminución de las abejas es el calentamiento global, el cual genera cambios en los patrones climáticos y provoca la pérdida de algunas variaciones florales esenciales en la polinización.
No obstante, el principal culpable de la muerte de las abejas melíferas parece ser ácaro varroa, el cual ocasiona que las abejas “dejen de expresar mecanismos de defensa que ellas usan contra otras enfermedades y las hace menos capaces para la obtención de néctar en la polinización”, concluyó Angiano.