La Comisión Europea no se ha opuesto al proyecto de reglamento presentado en junio por Irlanda para insertar en las etiquetas de las bebidas alcohólicas advertencias en las que se informa a los consumidores de los peligros derivados del consumo de alcohol. Los principales productores de vino de la UE se oponen a esta medida, sobre todo Italia, que la considera simplista y discriminatoria.
Una vez que cuenta con la autorización de la Comisión Europea, Irlanda podrá adoptar antes del 22 de marzo (es decir, en tres meses tras la notificación de Bruselas) el modelo de etiquetado para el vino, la cerveza y los espirituosos, con advertencias a los consumidores sobre los riesgos y daños derivados del consumo de alcohol.
El reglamento irlandés prevé, en particular, una advertencia destinada a las mujeres embarazadas y otra a informar sobre la relación entre el alcohol y los cánceres mortales. Las etiquetas informarán también del contenido en gramos de alcohol y del número de calorías de la bebida e incluirá un enlace a una página web sobre salud en la que se proporcionarán datos sobre el alcohol y sus perjuicios.
Con el fin de reducir el impacto sobre el mercado, los operadores de los distintos sectores dispondrán de tres años para adaptarse a la nueva normativa una vez que haya entrado en vigor. El texto prevé también disposiciones de acompañamiento para las empresas, como la reducción de las dimensiones mínimas de las informaciones sanitarias relativas al contenido en alcohol en los envases de alcohol pequeños o la posibilidad de utilizar un pictograma que proporcione las informaciones exigidas.
Según la directora de Action Alcohol Ireland (asociación que lucha por la reducción de los perjuicios del alcohol), Sheila Gilheany, “los consumidores tienen derecho a conocer los hechos relativos al alcohol. Lamenta también que Irlanda cuente con “una de las tasas de alcoholización fetal más elevadas del mundo, en el tercer puesto del ranking”.
Los países productores de vino de UE en contra
La autorización de Bruselas al etiquetado irlandés se ha producido a pesar de las opiniones en contra de los principales países productores de vino de la UE y no solo de Italia, Francia y España sino también de Portugal, Hungría, Croacia, Rumanía, la República Checa y Eslovaquia, que consideran la medida como una traba al mercado interior. En opinión del ministro de Agricultura italiano, Francesco Lollobrigida, “esta medida es muy grave porque no diferencia entre el vino y los espirituosos; al etiquetar el vino como perjudicial para la salud orienta el consumo a alcoholes fuertes más nocivos”.
Por su parte, el Gobierno y los bodegueros de España han apelado hoy, 30 de enero, a que la Comisión Europea evite que Irlanda implemente un etiquetado para las botellas de vino que alerte de que su consumo es «nocivo», ya que rompe el mercado único y afecta a las exportaciones, que en 2021 alcanzaron los 33,1 millones de euros.
El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha indicado en Bruselas que hay que «preservar el mercado único» y le ha pedido a la Comisión Europea que se pronuncie acerca de este tema. Planas ha expresado que «evidentemente» respeta la competencia de los Estados miembros en materia de salud, pero que en el caso del etiquetado del vino se está reglamentando «un mercado agroalimentario y un producto agroalimentario incluido en el anexo 1 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea como alimento».
