En la sección `A la salud por la alimentación´ del 22 de julio la nutricionista María Muñoz Yuste dio algunos consejos para dormir bien en verano a pesar del calor. Recomendó cenas «ligeras y fresquitas» y evitar el alcohol.
Cenas ligeras
En primer lugar, tener en cuenta que las digestiones generan calor, por tanto, una cena temprana y ligera nos ayudará a dormir mejor. Ejemplos de cenas en verano:
- Gazpacho (muy típico de nuestra dieta mediterránea), una crema fría de pepino o una crema de remolacha y kéfir (fresquita en verano). Lo podemos acompañar de unos huevos de codorniz.
- Una ensalada a la que añadimos un aporte proteico (añadir legumbre como proteína vegetal o añadir ventresca, huevo duro, pollo frio)
- Hummus y unas verduras crudas cortadas en bastoncitos (zanahoria, apio)
Evitar el alcohol
Aunque parezca que una cerveza fresquita o un tinto de verano con hielo nos refresca, en realidad nos deshidrata muchísimo. Si estamos en el chiringuito, una opción es empezar con agua para calmar la sed y luego ya la cerveza. O evitar el alcohol y los refrescos azucarados y elegir agua con gas y limón o zumo de tomate.
Y algunas claves para las personas que se sienten cansadas o con la tensión baja cuando tenemos altas temperaturas:
- Beber agua durante todo el día
- Tomar un vaso de gazpacho de vez en cuando como bebida isotónica natural.
- Empezar el día con fruta o incluir jamón en el desayuno con un huevo revuelto. Es un alimento que destaca por su contenido en sodio. A ser posible ibérico que nos aportará grasa de mejor calidad.
- Si somos personas nerviosas, intercambiar el café o té por una onza de chocolate con alto contenido en cacao, al menos 85%.
- Alimentos como frutos rojos que por su contenido en agua nos ayudarán a regular la tensión y verduras (por lo general las verduras son bajas en sodio) pero las que más sodio contienen de forma natural son acelgas, espinacas, zanahoria, espárrago blanco, remolacha.