Las reservas del Duero mejoran, pero habrá que tener «cautela» con las dotaciones para el regadío

La situación de los embalses de la Cuenca del Duero ha mejorado desde primeros de diciembre como consecuencia de las precipitaciones, sin embargo, los datos actuales sugieren «cautela» de cara al desarrollo de la próxima campaña por la «lenta y dispar» recuperación de los mismos, según ha informado el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

La Comisión Permanente de la Sequía de la Cuenca del Duero se reunió el 15 de febrero en la sede de la Confederación Hidrográfica en Valladolid, para evaluar el volumen de agua existente en los embalses del Estado en la demarcación (que asciende a 946 hectómetros cúbicos y supone el 32,9% de su capacidad), así como para valorar los posibles escenarios de cara a la próxima campaña.

En concreto, el incremento del agua almacenada desde primeros de diciembre hasta ahora se cifra en quince puntos, aunque tanto las aportaciones como el propio estado de los embalses registran valores por debajo de la media.

«De hecho, los caudales semanales de entrada se sitúan ahora entre 30 y 35 hectómetros cúbicos, cuando el promedio de la última década está en 45 hectómetros cúbicos», ha apuntado.

En este sentido, el Ministerio ha explicado que, a pesar de la nieve existente en las cabeceras de la cuenca, habrá que ajustar las dotaciones disponibles para el regadío. No obstante, ha apuntado que las «copiosas nevadas» suponen una valiosa reserva adicional que debería traducirse en entradas al alza durante las próximas semanas.

Situación de los embalses

En la reunión también han destacado la mejora de los embalses de la provincia de León, concretamente de los sistemas de Palencia, Carrión y Pisuerga, aunque la recuperación es «muy tímida» y genera preocupación.

Por último, el Ministerio ha informado que los asistentes a la comisión han conocido el informe de situación de sequía de febrero y que determina que los sistemas Águeda, Tormes y Támega se hallan en estado de emergencia.

«Esta relación refleja que la cuenca del Duero continúa en situación de déficit hídrico, de manera que la atención de las demandas de los próximos meses se plasmará en dotaciones para el regadío ajustadas al volumen de agua disponible en los embalses», ha concluido.

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