La propuesta de ecoesquemas: más obligaciones para el productor con menos ayuda (I). Por Mercedes Morán

Se acerca el final de la negociación del nuevo modelo de la PAC que se aplicará a partir de 2023: el Ministro Planas pretende cerrarlo a finales de septiembre o principios de octubre. Después del lío de la Conferencia Sectorial del pasado mes de julio en la que el Ministro pretendió que había acuerdo mientras muchas comunidades autónomas lo negaron, habrá una nueva reunión con los consejeros para intentar un modelo consensuado. Veremos si se consigue.

Mientras tanto, el Ministerio ha tenido que empezar a mostrar propuestas sobre algunos aspectos de la nueva PAC; aunque en un principio intentó que todo quedara en “secreto”, finalmente no le ha quedado más remedio que dar algo de transparencia a algunos elementos del próximo modelo, entre ellos el proyecto para los eco-esquemas. Vamos a detallar aquí cual es la propuesta que se ha puesto encima de la mesa para este nuevo componente verde de la PAC.

En primer lugar, de la lectura del documento se desprenden varios hechos:

1.- Dejaremos atrás un Pago Verde que está “regionalizado” porque su importe está entre el 51% y el 52% del valor total de los derechos de pago básico que solicite el agricultor o ganadero y, como sabemos, varía según la región de pago básico. A partir de 2023 habrá que cumplir con estos eco-esquemas, cuyo importe por hectárea se diferenciaría únicamente en tres regiones: comarcas con pluviometría media igual o superior a  650 mm, Baleares y el resto de las comarcas de España.

2.- El importe de la ayuda no será el mismo dentro de cada explotación, como ocurre actualmente que hay un pago verde único; a partir de 2023 la ayuda del eco-esquema se diferenciará por tramos y disminuirá a partir de una superficie determinada.

3.- En los eco-esquemas, los compromisos a cumplir por parte del agricultor o ganadero son mayores que en el actual pago verde y los importes de ayuda son menores.

Como ven, el cambio respecto a la PAC actual va a ser profundo, especialmente para algunos cultivos.

1.- ¿CUÁNTOS ECO-ESQUEMAS SE RECOGEN EN LA PROPUESTA?

Aunque en la propuesta inicial se establecieron dos eco-esquemas, principal y  complementario, el Ministerio ha realizado modificaciones a ese documento y como resultado solo habría un único eco-esquema con 7 prácticas entre las que podría elegir el agricultor o ganadero.

Estas prácticas se clasifican en dos categorías: Agricultura baja en carbono y Agroecología.

El presupuesto total destinado a las ayudas para compensar a los agricultores y ganaderos por la realización de estas prácticas es de 1.107,4 millones de euros.

2. ¿SOBRE QUÉ SUPERFICIE SE PUEDE APLICAR ESTOS ECOESQUEMAS?

El Ministerio clasifica la superficie sobre la que se aplicaría el eco-esquema en 8 tipos:

• Pastos húmedos
• Pastos mediterráneos
• Tierras de cultivo de secano húmedas
• Tierras de secano
• Tierras de cultivo de regadío
• Cultivos permanentes con una pendiente inferior al 5%
• Cultivos permanentes con una pendiente entre el 5% e inferior al 10%
• Cultivos permanentes con una pendiente igual o superior al 10%.

Estos 8 tipos engloban la superficie sobre la que habrá que aplicar anualmente la práctica elegida.

Se considerará que son pastos húmedos y tierras de cultivo de secano húmedas, aquellos que estén en comarcas con una pluviometría media en los últimos 10 años mayor o igual a 650 mm, en concreto, todo el norte de la península y alguna comarca más de ciertas comunidades autónomas.

En la elección de las prácticas habría algunas consideraciones. En concreto:

• La práctica P2. Siega sostenible solo podría elegirse para pastos que sean susceptibles de siega.
• En todas las prácticas que se lleven a cabo en tierras de cultivo de regadío y en cultivos permanentes de regadío, será requisito obligatorio cumplir con una gestión sostenible de los insumos. Veremos qué significa esto en el detalle de cada una de las prácticas.

3. ¿QUÉ AYUDA OBTENDRÁ EL AGRICULTOR O GANADERO SI APLICA LOS ECOESQUEMAS EN SU EXPLOTACIÓN?

El agricultor o ganadero que realice en su explotación las prácticas que seleccione, recibirá un pago compensatorio que cubra el lucro cesante y los mayores costes de producción que originarán los eco-esquemas. Sin embargo, el documento de la propuesta ya deja claro que esta ayuda compensará esos sobrecostes “en la medida de lo posible” y que dependerá de la disponibilidad presupuestaria.

El importe de la ayuda será diferente para cada práctica, y dentro de cada práctica se diferenciará dependiendo de si la superficie está en Baleares, en comarcas con pluviometría media igual o superior a 650 mm  o en el resto de España. El importe mayor de la ayuda será para las explotaciones de Baleares, le sigue el de la superficie de las comarcas con la pluviometría indicada y el importe menor, será para el resto de España.

Además, dentro de la misma explotación se aplicará una degresividad, es decir, se percibirá el total de la ayuda hasta una superficie determinada, a partir de la cual se cobrará menos importe, excepto en Baleares, que no se aplicará esta degresividad.

La propuesta recoge los siguientes umbrales de superficie que cobrarán el 100% de la ayuda según los tipos de superficie establecidos:

A partir de esta superficie, el resto de hectáreas de la explotación percibirá solo el 70% de la ayuda.

Aunque haya que realizar el eco-esquema sobre toda la superficie que tenga la explotación y cumplir con las obligaciones en toda ella, la compensación no será la misma para cada hectárea, es decir, más obligaciones con menos importe de ayuda.

Dada la cantidad de información de la propuesta, detallaremos cada una de las siete prácticas en un próximo artículo en el que se especificarán los compromisos que tendrá que cumplir el agricultor o ganadero para llevar a cabo el eco-esquema y el importe del pago según la práctica y la superficie.

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