Algo más de 622.000 agricultores y ganaderos han presentado la solicitud única de las ayudas de la PAC en el presente año 2023. De ellos, el 75% ha pedido algún ecorrégimen, de acuerdo con los datos provisionales publicados por el Ministerio de Agricultura.
Desde el MAPA consideran esto un éxito, pero hay que tener en cuenta que una cuarta parte no ha pedido estos ecorregímenes.
¿Éxito o fracaso?
En el Consultorio de la PAC del 2 de septiembre Mercedes Morán, consejera de Agricultura de la Junta de Extremadura, analizó si estas cifras suponen un éxito del Gobierno o, por el contrario, con ellas no se conseguirán los objetivos medioambientales que persigue la Comisión.
Morán señaló que el ministro asegura que «tres de cada cuatro agricultores ha solicitado la ayuda a los ecorregímenes» y «no creo que esos datos que ofrece sobre la segunda ayuda con más dotación económica de la PAC pueda considerarse un éxito».
Esos 156.000 agricultores recibieron hasta el año pasado el pago verde y «ahora no van a poder disponer de ese apoyo económico»
En primer lugar, esto significa que «el 25% no han solicitado los ecorregímenes y van a ver recortadas significativamente el importe de sus ayudas».
«Estamos hablando de 156.000 productores españoles que no han podido adaptarse y aplicar esas exigencias verdes en sus explotaciones». Además, hay que tener en cuenta que esos 156.000 agricultores recibieron hasta el año pasado el pago verde y «ahora no van a poder disponer de ese apoyo económico precisamente en estos momentos difíciles de sequía de altos costes de producción».
¿Una ayuda voluntaria?
La consejera reconoció que los ecorregímenes son una ayuda voluntaria, no obstante, a su juicio, el problema real no radica en la voluntad de los agricultores sino en el diseño de las prácticas que lo componen.
Si el productor se encuentra ante una práctica difícil de cumplir en su explotación que le genera un sobrecoste, que en estos momentos no puede asumir, no es compensado por la ayuda y le va a ocasionar una merma en su producción, «evidentemente no va a optar por solicitarlo».
Los ecorregímenes en detalle
Según Morán el recorte que sufrirán los productores tendrá incidencia económica diferente en las comunidades autónomas.
Por ejemplo, el Ministerio dice que se ha solicitado las prácticas de cubiertas vivas o inertes en 2,4 millones de hectáreas de cultivos leñosos, pero la superficie potencialmente elegible cuando se estaba diseñando los ecorregímenes, es decir, la que el propio Ministerio pensaba que podría solicitarse, era prácticamente de 4 millones de hectáreas. Por lo tanto, «habrá que ver qué pasa con esa superficie».
Subrayó que «si no se consigue atraer a los productores, el objetivo medioambiental de estas ayudas que pretende la Comisión Europea no se podrá alcanzar.» Por ello, y «para incentivar y no penalizar al agricultor y ganadero, es tan necesaria la revisión de la arquitectura verde de la PAC».
Flexibilización de las medidas
Finalmente Morán recordó que «es esencial que las flexibilización de las medidas que se establecieron en la campaña 2023 se amplíen en la campaña 2024» porque la situación que padece el campo español sigue siendo la misma.
«Esto es fundamental para mantener y ayudas a las explotaciones. El Ministerio tiene que ponerse a ello y pelearlo».
Escucha el Consultorio de la PAC con Mercedes Morán