Los negociadores chinos viajaron los días 9 y 10 de mayo a Washington para celebrar una nueva sesión de negociaciones comerciales, a pesar de que el presidente americano, Donald Trump, cumplió la amenaza de aumentar -el 10 de mayo- del 10% al 25% los aranceles americanos a las importaciones procedentes de este país (máquinas eléctricas…) por valor de 200.000 millones de dólares al considerar que las negociaciones entre ambas potencias van demasiado lentas. China respondió que no se quedará de brazos cruzados y prepara su respuesta.
“Durante diez meses China ha estado pagando aranceles a Estados Unidos del 25% sobre 50.000 millones de dólares en bienes tecnológicos, y del 10% hasta los 200.000 millones de dólares en otros bienes (…). Los del 10% subirán al 25% el viernes», señaló Trump en su cuenta personal de Twitter el 6 de mayo. En un segundo tuit, el mandatario achacó esta decisión a que «el acuerdo comercial con China continúa, pero demasiado lentamente, al tiempo que ellos intentan renegociar. ¡No!”.
Sin embargo, la American Soybean Associarion (ASA) “instó” este martes a la Administración a que no aplique estos derechos adicionales, a que “concluya rápidamente las negociaciones con China” y a que elimine igualmente las tarifas ya impuestas, con el fin de conseguir que Pekín ponga fin a las represalias a la soja americana. El año pasado, China disminuyó un 74,3% sus compras de oleaginosas americanas, según las estadísticas oficiales.
China anunció que tendrá que adoptar «las contramedidas necesarias»
No obstante, Estados Unidos cumplió su amenaza hoy de aumentar del 10% al 25% los aranceles que aplica a importaciones del gigante asiático por valor de 200.000 millones de dólares. Ese mismo día China lamentó «profundamente» la decisión de Estados Unidos y anunció que tendrá que adoptar «las contramedidas necesarias».
En un comunicado emitido apenas unos minutos después del anuncio estadounidense, el Ministerio de Comercio chino señaló que las conversaciones comerciales con Washington «están en desarrollo» y espera que ambas partes «trabajen juntas para resolver los problemas existentes por medio de la cooperación y el diálogo». Sin embargo, un día antes el portavoz del departamento de Comercio Gao Feng, ya había anunciado que China tenía «la determinación y la capacidad para defender sus intereses» y advertía de que tomaría las medidas necesarias en caso de que la subida de aranceles se concretase.