Bruselas no tiene previsto adoptar por el momento medidas adicionales en relación con la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) más allá de las recogidas en la normativa comunitaria vigente, que se centran en limitar los intercambios de animales vivos entre Estados miembros para prevenir su propagación.
Esta es la respuesta que la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides, ha dado a las preguntas formuladas por el eurodiputado español Ignacio Zoido (Partido Popular Europeo) a la vista de la evolución de la enfermedad en España. Zoido preguntó, por un lado, por las medidas que adoptará la Comisión para frenar esta plaga, “caracterizada por su alto potencial de expandirse por la UE y afectar a la salud animal”.
La comisaria precisó en su respuesta que la enfermedad hemorrágica epizoótica “está clasificada como enfermedad de categoría D y E” en la normativa comunitaria, lo que significa que las medidas “se limitan a la vigilancia dentro de la Unión y a la prevención de la propagación de la enfermedad en relación con los desplazamientos de animales entre Estados miembros y con la entrada en la Unión”. “En esta etapa, la Comisión no tiene previsto adoptar medidas adicionales a escala de la UE”.
“De ausencia de síntomas a síntomas moderados”, según España
Zoido señala en su pregunta que el Gobierno de España no ha comunicado un plan de choque frente a la enfermedad y pregunta a Bruselas cómo evalúa su actuación frente a la misma. A este respecto Kyriakides señala que “la Comisión no tiene pruebas de que el Gobierno español incumpla las medidas” vigentes y añade que “cualquier otra medida que se considere necesaria para la prevención y el control de la enfermedad hemorrágica epizoótica en el territorio nacional es responsabilidad de las autoridades competentes de los Estados miembros. Según la información remitida por España, los efectos de la enfermedad en varias especies de ganado rumiante van de la ausencia de síntomas a síntomas moderados”.
Los ganaderos franceses quieren “desclasificar” la enfermedad
En Francia se han disparado los focos de enfermedad hemorrágica epizoótica en el sur y el ministro de Agricultura francés, Marc Fesneau, no descarta que termine extendiéndose por todo el país dado el sistema de propagación, a través de un mosquito cuya reproducción se ve favorecida por las suaves temperaturas que se están registrando.
El avance de la enfermedad preocupa mucho a los ganaderos franceses, por la importancia de sus ventas el exterior, ya que ven cerrada la salida de las zonas con casos a otros Estados miembros y a países terceros. La Federación Nacional Bovina (FNB) ha pedido la “desclasificación de la enfermedad a nivel europeo, con un enfoque revisado de gestión de las enfermedades vectoriales”. La Confederación Campesina también viene pidiendo desde que comenzó la crisis la revisión urgente del reglamento europeo que establece restricciones a la exportación.
Desde la Federación de Agrupaciones de Defensa Sanitaria (GDS) recuerdan que la clasificación actual está basada en un dictamen de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) de 2009. En aquel momento apenas se conocía esta enfermedad, que no estaba presente en la UE, y se consideraba que su impacto era bajo. Por ello, los ganaderos franceses, que exportan más de un millón de animales cada año, consideran que bloquear las exportaciones por una enfermedad que, en principio, parece poco peligrosa y tiene una mortalidad baja es desproporcionado desde el punto de vista económico.
Las GDS también estaban de acuerdo inicialmente con la desclasificación, pero ahora se muestran más prudentes y prefieren esperar a ver cómo evoluciona la enfermedad. Por otro lado, apuntan que la desclasificación sería un proceso largo, que podría durar en torno a dos años. En primer lugar, porque la Comisión tendría que pedir una nueva evaluación a la AESA, lo que llevará su tiempo; y en segundo lugar porque, desde el punto de vista político, habría que encontrar un equilibrio entre Estados miembros: los que ya tienen la enfermedad (España, Francia, Portugal e Italia) estarían a favor de una liberalización de los intercambios pero los que están todavía libres de ella no estarán acuerdo con abrir las fronteras e importar la enfermedad hemorrágica epizoótica en su territorio.