El Consejo Oleícola Internacional (COI) ha realizado un estudio de costes de producción en el sector del aceite de oliva, el primero que se realiza a nivel internacional.
De él se desprende, entre otras cosas, que el coste medio ponderado de producción de un kilo de aceite de oliva en España es de 2,75 euros, una cifra algo superior a la media del conjunto de los países productores miembros del COI, que se sitúa en 2,63 euros.
Para calcular esta media se ha tenido en cuenta la superficie de cada país y el tipo de cultivo y ese coste medio oculta diferencias notables dependiendo del sistema de cultivo.
Los sistemas de producción más intensivos y de regadío son los que mayores costes por hectárea presentan, pero también los que proporcionan mayores producciones, por lo que el coste unitario final por kilo de aceite es menor.
Sin embargo, los sistemas intensivos no son los más extendidos. En los 15 países analizados, el 74% de la superficie de olivar se cultiva en sistemas tradicionales (principalmente en alta pendiente y en pendiente moderada) y sólo el 26% en sistemas intensivos.
De acuerdo con el estudio, en el total de costes de obtención de un kilo de aceite, el peso de la producción de la aceituna en campo representa de media un 84% del total y el de su transporte y molturación un 16%.
Por tanto, el organismo subraya que “debemos incidir fundamentalmente en optimizar la producción agrícola, donde hay más margen de mejora”.
En general, los países donde resultan más favorables los costes de obtención de un kilo de aceite de oliva son los mediterráneos del norte de Africa, en concreto Marruecos y Túnez, y más al este Turquía. “Por esta razón, es de esperar que en los próximos años crezca el cultivo del olivo en los mismos, a través de capital propio o exterior”.