No habrá destilación obligatoria de los excedentes de vino de la campaña 2013/2014, según acordaron ayer en una reunión responsables del Ministerio de Agricultura y del conjunto del sector vitivinícola.
La decisión se adoptó a la vista del volumen estimado de existencias de la campaña anterior y teniendo en cuenta las previsiones de producción de la actual.
La cantidad de vino sin indicación geográfica que podría haberse destinado finalmente a ese mecanismo se estimó en unos 800.000 hectolitros de vino, un volumen que puede ser asumido por el mercado dada la disminución de la producción que se espera en la presente campaña.
Las previsiones del sector apuntan a que se obtendrán entre 40 y 43 millones de hectolitros, frente a los 53 millones de la campaña pasada.
Durante la reunión se constató que en los últimos meses se ha registrado un buen ritmo de comercialización de vino en Castilla-La Mancha, con lo que las existencias en las bodegas han disminuido considerablemente respecto a las cifras que se manejaban cuando se empezó a abordar el problema de los excedentes.