Las tormentas de pedrisco que se registraron esta semana, fundamentalmente en el centro y este peninsular, han provocado cuantiosos daños en numerosos cultivos, sobre todo en uva de vinificación, almendros y en cultivos herbáceos.
Las primeras estimaciones de la Junta de Castilla-La Mancha reflejan que las tormentas han provocado daños en unas 71.300 hectáreas en una veintena de municipios de Cuenca, Albacete, Toledo y Ciudad Real, sobre todo de viñedo, cereal y, en menor medida, de ajo. En la provincia de Cuenca, San Clemente ha sido el municipio que ha sufrido los mayores perjuicios.
La presidenta de la región, María Dolores de Cospedal, ha anunciado un paquete de medidas para paliar estas pérdidas. Entre ellas, ha avanzado que eximirá a los agricultores afectados de oleaginosas, proteaginosas y leguminosas del requisito de comercializar su producción para recibir las ayudas.
Por otro lado, en Murcia se han visto afectadas unas 60.000 hectáreas como consecuencia de las tormentas de pedrisco en los términos de Jumilla y Yecla, según las primeras estimaciones de la COAG. El cultivo más dañado ha sido el viñedo, ya que es el más extendido en la zona, pero también se han producido pérdidas en almendro y olivar.
