Nos encontramos ante una primavera muy caliente. Y no lo digo solo por las temperaturas. Los primeros veinte días de esta estación nos ha dejado unos cuantos grados más de lo que es habitual para esta época del año, agravando en la mayor parte de España la sequía que ya se arrastraba desde tiempo atrás. La situación es especialmente preocupante en la mitad sur de la península, en Cataluña, Aragón y en todo el Levante; además, las montañas se encuentran prácticamente sin reservas de nieve, por lo que no hay que esperar entradas masivas de agua en los embalses procedentes del deshielo. La única solución pasa porque llueva y, además, en abundancia.
Sin embargo, ello no evitará los perjuicios que se han producido ya en los campos dedicados a los cereales de Andalucía, Extremadura, la mayor parte de Castilla La Mancha, Aragón y Cataluña. Como ya hemos informado en las últimas emisiones de Agropopular, en muchas zonas la situación es irreversible. Y el mercado de los cereales va a estar en el centro de la actualidad durante esta primavera.
La salida de las primeras partidas de la cosecha nacional va a coincidir con la renovación, o no, del acuerdo para seguir exportando cereal procedente de Ucrania a través de los puertos del Mar Negro. Esos envíos han provocado malestar en los países del este de la UE porque sus mercados se han visto inundados de estos productos, cayendo los precios en picado, lo que ha provocado protestas y la dimisión del ministro de Agricultura de Polonia. En España también se han desplomado en las últimas semanas los precios en origen de los cereales. Desde muchos Estados miembros se multiplican las peticiones a Bruselas para que conceda ayudas con cargo a la reserva agrícola para el sector de los cereales y otros más que atraviesan por una grave situación. Así, por ejemplo, España y Francia quieren dinero para apoyar al sector del vino, que también está en crisis. Estos asuntos darán mucho que hablar en las próximas semanas.
Lo mismo que la leche de vaca. Las industrias están empeñadas en rebajar el precio a los ganaderos en la revisión de los contratos que está teniendo lugar en estos días. Casualmente, y según denuncian las organizaciones de estos últimos, los precios que ofertan las empresas compradoras son prácticamente idénticos. ¿Nos encontramos otra vez ante pactos de las industrias lácteas y políticas de concertación para ofertar los mismos precios? Hay que recordar que esto ya sucedió en el pasado y por eso unas cuantas empresas lácteas de las más importantes están en los tribunales. ¿Reincidirán?
¿Nos encontramos otra vez ante pactos de las industrias lácteas y políticas de concertación para ofertar los mismos precios?
Y, mientras tanto, se acumulan las quejas en relación con la PAC: primero, por los recortes en las ayudas directas recogidos en el Plan Estratégico de la PAC impuesto por Luis Planas y, en segundo lugar, por la complejidad del proceso para solicitar esas ayudas. Y es que el sistema informático del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) da muchos problemas, complicándolo todo todavía más. Por eso no es de extrañar que se multipliquen las convocatorias de manifestaciones y protestas: esta semana los ganaderos de vacuno de Salamanca, a los que se podrían sumar los de Extremadura y los de Andalucía, debido a la tuberculosis bovina y la gestión de la Junta de Castilla y León. También se presentará la manifestación convocada por SOS Rural, una plataforma de diversas organizaciones agrarias y del mundo rural, que tendrá lugar en Madrid, la víspera de San Isidro. Y como telón de fondo de todo ello están las elecciones municipales y autonómicas en la mayor parte de las Comunidades Autónomas. Pero, insisto, lo que preocupa ahora, en este final de Semana Santa, es la grave sequía, preludio de una primavera caliente.
