El último temporal de lluvia y pedrisco que descargó con fuerza en algunas zonas de la Península, sobre todo, en Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón, Andalucía y Comunidad Valenciana, ha provocado daños en unas 30.000 hectáreas de diversos cultivos, según el primer balance de las Cooperativas Agro-Alimentarias y las organizaciones ASAJA, COAG y UPA.
Aragón es la comunidad más perjudicada, con cerca de 20.000 hectáreas arrasadas, debido principalmente al pedrisco que cayó en zonas de producción de cereal, viñedo y frutales como el melocotón, la nectarina y el paraguayo.
En Castilla-La Mancha, 5.000 hectáreas han sido arrasadas por el pedrisco, en zonas donde la uva, a punto de inicio de la vendimia, ha sido la más perjudicada.
En Extremadura las inclemencias meteorológicas afectaron a 4.000 hectáreas, con daños en frutales, arroz, maíz y olivar.
En el caso de Andalucía, el balance es dispar, con amplias zonas de olivar en Jaén que han recibido bien el agua, y otras, como Bélmez de la Moraleda, Jódar o Huelma, en las que las precipitaciones fueron intensas y provocaron la caída al suelo de mucha aceituna.
Alicante y Valencia son las dos provincias de la Comunidad Valenciana donde las tormentas se dejaron sentir con mayor fuerza. En la comarca alicantina de Villena, el granizo caído afectó, fundamentalmente, a la uva de vinificación, hortalizas y frutales; en Valencia, las lluvias registradas han perjudicado a las variedades más tempranas de arroz y a la uva.