El 13 de enero emitimos desde Vera del Moncayo el primer programa completo de este año. El título del Pregón fue el siguiente: «las próximas elecciones al Parlamento Europeo son claves para el campo español». Hoy, casi cinco meses después, y en vísperas de esta cita con las urnas, suscribo lo que dije entonces tanto en el titular como en el texto. Y a la vista de lo que ha pasado desde entonces lo amplio y lo resumo en cinco puntos.
- El primero. En la próxima legislatura se negociará el presupuesto de la Unión Europea para el periodo 2028-34, incluido el dinero que habrá para financiar la PAC durante esos siete años.
- El segundo. Los eurodiputados que se elijan tendrán que negociar con el Consejo de Ministros y con la Comisión Europea cómo se reparte el dinero que se asigne a la PAC. Y eso se hará mediante una nueva reforma de esta política.
- El tercero. En los próximos años se negociará una nueva ampliación de la UE, con la incorporación de, entre otros países, Ucrania. Y eso son palabras mayores, ya que es la primera vez que se prepara la adhesión de un país que está en guerra con otro. Además, la entrada de Ucrania supondrá un aumento del gasto: ¿Cómo se financiará; se quitará dinero de la PAC? Por si esto no fuera suficiente, resulta que estamos hablando de un país que es una potencia agraria, especialmente en el caso de los cereales y las oleaginosas y un competidor formidable. Vamos, que hay muchas incógnitas por resolver.
- El cuarto. El Parlamento Europeo también tiene voz y voto en lo que respecta a la aplicación, o no, de las llamadas “clausulas espejo” para proteger a los productos de la UE de la competencia desleal de las mercancías que llegan de otros países terceros. Se trata de una de las reivindicaciones principales de los agricultores y ganaderos comunitarios.
- El quinto. Los eurodiputados también deberán decidir si se continúa adelante con las medidas incluidas en el Pacto Verde, tanto las que ya se han puesto en marcha, como las que están pendientes.
Quiero insistir en otro aspecto de la cuestión que es muy significativo: el Parlamento Europeo y los eurodiputados tienen poder de codecisión con el Consejo de Ministros en los asuntos antes citados. Y esto es clave para valorar la importancia de las elecciones de mañana en España. Evidentemente cada uno es muy libre de acudir a esta cita con las urnas o de abstenerse, pero es necesario saber que se trata de unas elecciones transcendentales, y más para el sector agrario. Evidentemente, en el caso de los que vayan a votar, son muy libres de elegir la opción que consideren oportuno, pero, vuelvo a insistir, en este envite nos jugamos todos, no solo los agricultores y ganaderos, mucho, aunque no lo parezca. El futuro de Europa está en juego.