A pesar del ligero descenso del 2% registrado en 2022, las emisiones de gases de efecto invernadero del sector agrario se mantienen prácticamente en el mismo nivel de hace diez años, según constata la Comisión Europea en su informe de 2023 sobre el esfuerzo climático de la UE, publicado hace unos días.
Las emisiones agrarias de la UE representan aproximadamente una décima parte de las emisiones globales y, de ellas, dos tercios proceden de la ganadería. Desde 2005 estas emisiones registran una disminución anual muy lenta, de 0,7 millones de toneladas de CO2 equivalente entre 2005 y 2021.
Las últimas proyecciones de los Estados miembros en esta materia indican que, con las medidas existentes, el ritmo de reducción de las emisiones no cambiará de aquí al año 2030 (-1% respecto a 2021, es decir, una reducción media anual de 0,6 millones de toneladas de CO2 equivalente). «Está claro que hace falta un mayor esfuerzo para poner en marcha medidas de atenuación en el sector agrario», subraya Bruselas.
«Está claro que hace falta un mayor esfuerzo para poner en marcha medidas de atenuación en el sector agrario»
En 2023, los Estados miembros dieron cuenta de más de 300 medidas (a menudo financiadas por la PAC) dirigidas a reducir las emisiones del sector agrario, es decir, el 13% del total de las medidas declaradas en la UE, principalmente para reducir el uso de abonos y estiércol en las tierras cultivadas (22%) y para mejorar la gestión del ganado (16%).
En lo que respecta al sector de uso de las tierras, cambio de uso de las tierras y silvicultura (LULUFC), los datos provisionales de 2022 muestran una ruptura en su reciente tendencia a la baja, con un aumento previsto de los sumideros de carbono del 6% con respecto a 2021. En consecuencia, las emisiones netas totales del sector disminuyeron un 3% en 2022, lo que supone una caída del 32,5% con respecto al nivel de 1990.
Los Estados miembros aprobaron el 19 de noviembre, en la reunión del Consejo de Asuntos Generales, el marco europeo de certificación de las absorciones de carbono. Paralelamente, la Comisión Europea está elaborando una lista de métodos reconocidos.