La emisiones de gases de efecto invernadero alcanzaron en España las 338,8 millones de toneladas, lo que supuso un aumento del 4,4% respecto a 2016 y el mayor aumento interanual desde 2002, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica.
El incremento más relevante estuvo relacionado con la generación de electricidad que aumentó un 18,8%, debido a la mayor producción eléctrica en centrales de carbón y ciclos combinados de gas en un año de sequía en el que la producción hidráulica disminuyó un 49%.
Así se pone de manifiesto en el avance del Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) correspondiente a 2017 y cuyos datos preliminares envía el Gobierno anualmente a la Comisión Europea para su validación.
Según este departamento, también contribuyeron a este aumento el incremento de las emisiones del sector industrial (+3,2 %), del transporte por carretera (+2,5 %) o de la agricultura (+2,9 %), mientras que las principales bajadas se registraron en el sector residencial (-2,8 %) y en el uso de gases fluorados (-17,2 %).
En este sentido, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha apuntado que se trata de un «balance negativo» y ha asegurado que es necesaria una mayor penetración de las fuentes renovables en el mix energético, porque «España no puede seguir fiando los buenos o malos resultados de la trayectoria de emisiones a las condiciones climatológicas».
Ley de cambio climático y transición energética
El Ministerio ha informado que, con datos preliminares de 2017, el nivel de emisiones globales se situaría un 17,8% por encima del año 1990, y un 23% por debajo de las emisiones de 2005.
Con estas cantidades, el Gobierno plantea una reducción de un 20% de las emisiones sobre el nivel de 1990 para 2030, que traducido a cifras de hoy significaría un descenso de algo más de un 45%.
Las emisiones procedentes de los sectores sujetos al régimen de comercio de derechos de emisión de la UE, un 40% del total, aumentaron un 10,3%, mientras que las emisiones de los sectores difusos (residencial, comercial e institucional, transporte agrícola y ganadero, gestión de residuos, gases fluorados e industria no sujeta al comercio de emisiones) lo hicieron un 0,6%.
El sector con más peso es el transporte (26%), seguido de la generación de electricidad (21%), las actividades industriales (19%) y la agricultura (10%) mientras que por gases, el CO2 supone el 81% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, seguido del metano (11%).
En cuanto a los sumideros de carbono, las emisiones bajado un 4,8 %, debido en gran parte a la disminución del efecto de las repoblaciones sobre el incremento de biomasa forestal y a un notable aumento en las emisiones derivadas de incendios forestales.