El Gobierno de Cantabria ha anunciado que los casos de enfermedad hemorrágica epizoótica se elevan a 95 en 28 explotaciones ganaderas de la comunidad.
El consejero de Ganadería, Pablo Palencia, ha confirmado este jueves 61 nuevos casos, que se suman a los 13 detectados el día 5 de septiembre y a los 21 del miércoles. De todos ellos, se ha confirmado la muerte de una vaca.
Palencia ha recordado que esta enfermedad no afecta al ser humano, se propaga por la picadura de mosquitos y no tiene que suponer la muerte de la res contagiada, ya que tiene tratamiento.
El consejero ha reiterado que la enfermedad no supone el vacío sanitario de las explotaciones
Sobre la muerte de la vaca que tenía la enfermedad, el consejero ha explicado que no tiene que ser esta patología la única causa, ya que ha recordado que esa situación es la que se da «día a día en la ganadería extensiva». También ha reiterado que no supone el vacío sanitario de las explotaciones.
El consejero ha asegurado que el foco empieza a aislarse y localizarse en los ayuntamientos de Medio Cudeyo, Liérganes, Entrambasaguas, Penagos, Santa María de Cayón, Valdáliga, Riotuerto y San Roque de Riomiera. Sin embargo, también hay ganaderías afectadas en Piélagos, Liérganes, Ribamontán al Monte, Anero y Castañeda.
El movimiento de animales está restringido en 50 kilómetros alrededor de las explotaciones afectadas
Pese a que el aumento de los casos se ha disparado en cuestión de tres días, Palencia ha insistido en que es un proceso «normal» dentro de una expansión vírica que está «más o menos» focalizado.
Asimismo ha recordado a los ganaderos la necesidad de adoptar medidas higiénico sanitarias, de aislamiento y de inmovilización de los animales en 50 kilómetros alrededor de las explotaciones afectadas.
Más de 100 casos en España
Cabe recordar que desde el 5 de septiembre se supera la barrera de los 100 casos confirmados de enfermedad hemorrágica epizoótica en lo que va de año en España.
El Ministerio de Agricultura ha recordado la importancia de comunicar inmediatamente a los servicios veterinarios oficiales cualquier sospecha en las especies susceptibles, domésticas y silvestres, para valorar el impacto de la enfermedad y su distribución.
Además de las medidas de desinsectación de animales e instalaciones, recomienda el tratamiento sintomático de los animales enfermos tan pronto como aparezcan los primeros síntomas en los mismos.
