Coincidiendo con la celebración de la COP26, periodistas e investigadores han destacado los múltiples errores en las emisiones generadas por los Estados. El problema se centraría principalmente en dos fenómenos relacionados con la agricultura, el metano y el almacenamiento de carbono. Anomalías que podrían solucionarse, según los expertos, por una comparación sistemática entre medidas atmosféricas y los balances declarados por los países firmantes del Acuerdo de París.
En la COP26, las cifras son cruciales. ¿Cómo podemos definir las políticas de reducción de emisiones si los niveles de partida no se conocen? Los 43 Estados del anexo I, entre ellos los países de la OCDE, presentan anualmente sus emisiones de gases de efecto invernadero a las Naciones Unidas bajo un formato estandarizado. Aunque las exigencias son menores para los 154 países en desarrollo denominados “no-anexo I”, estos deben también presentar regularmente balances precisos.
Hay muchas cifras en las que se basan las negociaciones climáticas internacionales que son erróneas, según los periodistas del Washington Post. Según una investigación publicada el 8 de noviembre por el periódico americano, la comunidad internacional había olvidado contabilizar entre 8.500 y 13.300 millones de toneladas de CO2 equivalente sobre el balance mundial estimado en 44.200 millones de toneladas. “Esta diferencia representa el equivalente a las emisiones anuales de Estados Unidos”, precisan los periodistas de este país.
Aproximadamente el 59% de esta diferencia proviene, según el artículo, “de la manera en que los países evalúan las emisiones del sector de las tierras”, con un almacenamiento de carbono que no alcanzaría “la amplitud declarada por los países”. A pesar de tener una superficie de bosques cinco veces inferior a la de Indonesia, afirman los autores, Malasia reivindica, por ejemplo, un almacenamiento de carbono idéntico a su vecino. Por otro lado, varios países, entre ellos Rusia o los países del Golfo, subestimarían las emisiones de metano procedentes de sus industrias petroleras y de gas.