España es el séptimo país de la Unión Europea que más comida desperdicia (7,7 millones de toneladas), pero a la vez es el miembro europeo que más alimentos dona (153 millones de kilos durante el año pasado), según los datos de la Federación Europea de Bancos de Alimentos.
Asimismo, ha informado que los españoles son los más generosos a la hora de donar comida, con casi un kilo por habitante. Por su parte, los franceses e italianos donan aproximadamente 200 y 150 gramos respectivamente.
En cuanto al desperdicio de alimentos, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha señalado que cada español desperdicia 179 kilos de alimentos al año, lo que se traduce en 3.000 millones de euros «tirados a la basura» anualmente. De estos alimentos, aproximadamente 1,2 millones son aptos para el consumo.
Si una empresa, un particular, organizaciones sin ánimo de lucro o bancos de alimentos quieren compartir los excedentes alimentarios en buen estado, debe hacerlo a través de una organización inscrita en el registro de entidades sociales de su Comunidad Autónoma, que incluye comedores sociales y centros de día, según ha informado la Federación Española de Banco de Alimentos (FESBAL).
En concreto, FESBAL obtiene la mitad de sus donaciones mediante acuerdos con las grandes superficies de venta, de quienes recibe todo tipo de alimentos y bebidas. En ese porcentajes se incluyen aquellos alimentos próximos a su fecha de caducidad o con envases dañados.
Cadenas de supermercados contra el desperdicio
En las empresas de ASEDAS, patronal de distribución que representa casi el 70% de la venta de productos de alimentación en España, se desperdicia entre el 0,2% y el 1% del producto comercializado, según fuentes de la organización.
La cadena de supermercados Eroski, por su parte, entregó más de 7.000 toneladas a los bancos de alimentos en 2017. Asimismo, desarrolla la estrategia ‘Desperdicio Cero’, que entrega excedentes en buen estado y pone a disposición de las entidades sociales que lo soliciten camiones isotérmicos y neveras para la correcta conservación de los productos.
Carrefour también suministra material a los bancos de alimentos para mejorar la gestión de los productos e hizo entrega de 10.000 toneladas en 2017. Otras cadenas, como Lidl, centran su estrategia contra el desperdicio previniendo el despilfarro de sus tiendas.
Por último, FESBAL ha apuntado que la solución ante el despilfarro alimenticio radica en «agilizar el tiempo entre la recogida y el consumo«, canalizando esos productos muy perecederos hacia los comedores sociales, donde le puede dar salida con mayor rapidez.