Según un informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), en 2018 España fue el tercer país de la Unión Europea (UE) con más brotes detectados de salmonella, por detrás de Eslovaquia y Polonia.
Este es uno de los principales datos que recoge el informe anual sobre incidencia de enfermedades zoonóticas (transmisibles de animales a humanos). En el estudio se precisa que en 2018 los Estados miembros notificaron 5.146 brotes transmitidos por alimentos (622 en España), que afectaron a 48.365 personas (6.803 de ellas eran españolas).
Casi uno de cada tres brotes transmitidos por alimentos en 2018 fueron causados por la citada salmonella; además, el 14,5% de los 1.581 brotes comunitarios de salmonelosis fueron reportados por las autoridades sanitaria españolas (229), mientras que en Eslovaquia fueron 540 y en Polonia, 289.
En concreto, en España hubo 26,5 casos por 100.000 habitantes en 2018, seis puntos por encima de la media de la UE; provocados principalmente por los huevos.
El 14,5% de los 1.581 brotes comunitarios de salmonelosis fueron reportados por las autoridades sanitaria españolas
Si en vez de a los brotes, se estudian los números de casos (número de personas afectadas), fueron las campilobacterias las que más infecciones provocaron en la UE (246.571 casos) y 524 brotes. Es la más común también en España (con 18.411 casos), pero tan sólo provocó 19 brotes y una ratio de 57,6 por 100.000 habitantes.
El informe también recoge que la Escherichia coli (STEC) se ha convertido en la tercera causa más común de enfermedad zoonótica transmitida por alimentos, con 8.161 casos reportados en la UE y un aumento anual del 37%. En España, se notificaron 126 casos de E. coli, con una proporción de 0,28 afectados por 100.000 habitantes y ningún brote en 2018.
Respecto a la bacteria listeria, el número de personas que sufrieron listeriosis en 2018 fue similar al de 2017 en la UE (2.549 casos), con 14 brotes, y es la enfermedad zoonótica incluida en el estudio que más muertes provocó (229). En el caso de España, esta bacteria afectó a 370 personas y no dio lugar a ningún brote en 2018, cifras que previsiblemente irán al alza en 2019.