Los intercambios agroalimentarios entre España y China se saldaron en 2023 con un superávit para España de 500 millones de euros, lo que supone un aumento del 19,4% respecto al año anterior, aunque está lejos de los saldos positivos de los años previos, que superaron con creces los 2.000 millones de euros.
Este resultado se debe a que, aunque el valor de las exportaciones españolas al mercado chino cayó de forma significativa (-26,3%), el de las importaciones en España de productos chinos registró un descenso aún más acusado (-32,4%). El valor de las exportaciones españolas de carne de porcino bajó de nuevo.
El Ministerio de Agricultura ha publicado estos datos coincidiendo con la visita del ministro Luis Planas a China, a la Feria Internacional de la Industria Alimentaria (SIAL) de Shanghái, con presencia de más de 70 empresas españolas. Las estadísticas muestran que el valor de las exportaciones agroalimentarias españolas al mercado chino alcanzó los 3.800 millones de euros en 2020 y que después ha ido disminuyendo paulatinamente hasta situarse por debajo de los 2.000 millones el año pasado.
La carne de porcino, principal responsable
La disminución de las exportaciones de carne de porcino sería la principal causa de esa evolución a la baja. Entre los años 2021 y 2023 el valor de esas ventas se desplomó en más de un 66% y el año pasado se situaron por debajo de los 700 millones de euros.
Hay que apuntar que la partida de despojos comestibles corresponde en su totalidad a despojos porcinos y que también se exportaron otros productos del cerdo a ese mercado. El valor total de las exportaciones de carne y productos del porcino a China se situó en 1.222 millones de euros en 2023 frente a los más de 1.600 millones de 2022.
España importó de China, sobre todo, grasas y aceites cocidos oxidados y deshidratados (177,8 millones de euros; -59,1% respecto a 2021), conservas de pescado, pimienta, filetes de pescado, moluscos y crustáceos.