El Gobierno Vasco ha notificado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) su requerimiento para que se anule la exclusividad de los viñedos de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja y la necesidad de pasar una campaña en blanco para poder regresar a la marca en caso de haber usado uva para elaborar vinos con otra etiqueta.
El Ejecutivo autonómico aprobó la semana pasada plantear este requerimiento con discrepancias entre los socios de Gobierno, ya que la medida contó con la postura favorable de los consejeros del PNV y el rechazo de los del PSE.
Las dos condiciones para elaborar vino bajo el amparo de la DOCa Rioja que cuestiona el Gobierno Vasco están recogidas en los estatutos del Consejo Regulador, que fueron modificados precisamente para establecer la exclusividad de las viñas inscritas.
Esta modificación evita en la práctica la doble inscripción, es decir, que bodegas que tienen sus viñas registradas en la DOCa Rioja puedan producir para Viñedos de Álava, una denominación diferenciada que impulsa la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA).
El Gobierno Vasco considera que los cambios en el reglamento de la DOCa son «son contrarios a derecho» porque » restringen la competencia y limitan el derecho de libertad de empresa» y por ello hace un «requerimiento de diálogo» al Ministerio para lograr un acuerdo que evite llevar este asunto a los tribunales.
El País Vasco considera que los cambios en el reglamento de la DOCa son «son contrarios a derecho» porque «restringen la competencia»
La petición al Ministerio de que anule los cambios en la reglamentación de la DOCa Rioja se basa en un informe elaborado por el Servicio Jurídico central del Gobierno Vasco, que defiende que con la exclusividad de las viñas «se impide» a los asociados usar su uva para elaborar y comercializar vino en nuevas denominaciones o en denominaciones al margen de Rioja, lo que supone «una medida restrictiva desde el punto de vista de la competencia y perjudica al sector».
Además supone «un límite al derecho de libertad de empresa» que «perjudica a los viticultores y las pequeñas bodegas titulares de viñedos» a los que «se les obliga a que su uva sea producida para destinarla solo a DOCa Rioja».
En cambio, los vinicultores o productores de vino, especialmente las grandes corporaciones vinícolas, «tienen más opciones» porque «pueden operar en distintas denominaciones de origen».
Cabe recordar que el Consejo Regulador de la DOCa Rioja se opone al proyecto de Viñedos de Álava, que está paralizado desde que en abril el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco suspendiera el permiso temporal para vender vino con esta marca otorgado por el Gobierno Vasco mientras la Unión Europea decide sobre esta nueva Denominación de Origen Protegida (DOP).