La actual campaña de aceite de oliva 2017/18 finalizará el próximo 30 de septiembre con unas existencias que superarán, con creces, las 300.000 toneladas y serán más que suficientes para cubrir el enlace de campaña.
De acuerdo con los datos provisionales facilitados al sector por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), las existencias a finales de agosto eran de algo más de 480.000 toneladas. Dado que la comercialización media mensual de la campaña ronda las 110.000 toneladas, ese volumen permitirá cubrir holgadamente la demanda hasta que haya aceite de nueva campaña disponible.
En agosto, la cifra de comercialización disminuyó respecto a meses anteriores. Rondó las 100.000 toneladas, con lo que el volumen vendido (tanto en el mercado nacional como en el exterior) desde el comienzo de la campaña se situó en 1,2 millones de toneladas (1,3 millones a finales de agosto de 2017).
Los precios deberían tender al alza, según la COAG
Según las estimaciones de la COAG, el stock final de aceite de oliva de esta campaña estará en torno a las 350.000 toneladas. La organización ha afirmado en un comunicado que el buen ritmo de comercialización, unido a una previsión de cosecha bastante menor de lo esperado en los principales países productores, como Italia (-56%) y Grecia (-30%) «garantizan una tendencia alcista de los precios».
Sus responsables apuntan que «el mercado se encuentra en un momento muy dinámico y está absorbiendo toda la producción sin ningún tipo de problema. De hecho, los países de la UE han exportado hasta agosto un total de 1.538.700 toneladas de aceite de oliva, de las que 899.000 tienen origen español».
Por su parte, a la vista de las cifras disponibles hasta ahora, ASAJA-Jaén estima que «habrá un enlace suficiente pero no preocupante». Apunta que tanto si se mantiene en septiembre la cifra de comercialización de agosto como si se llega a la media mensual, «el enlace restante será el necesario para abastecer al mercado mientras se moltura la nueva aceituna que ahora madura en los árboles. No será un enlace de 300.000 toneladas pero tampoco tan alto como para preocuparnos ni para que los precios bajen».