Las existencias globales de cereales caerán a su nivel más bajo en cinco años

La FAO atribuye este descenso a la fuerte caída de los stocks de maíz en China

Las existencias globales de cereales caerán bruscamente en la campaña 2020-2021 a su nivel más bajo de los últimos cinco años debido principalmente a la revisión a la baja de los stocks de maíz en China, según las previsiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

La agencia de la ONU ha hecho públicas este jueves -4 de febrero- sus últimas previsiones sobre la oferta y demanda de cereales, que reflejan que las reservas mundiales sumarán 802 millones de toneladas, un 2,2 % menos que en la temporada anterior.

La FAO atribuye este descenso a la fuerte caída de los stocks de maíz en China, que de forma «inesperada» ha importado grandes cantidades de ese producto básico y aumentado mucho más de lo previsto la utilización de piensos por la leve recuperación de la producción de cerdo -tras los brotes de peste porcina africana que registró el país-.

La Agencia ha señalado que el peso de China en el consumo de maíz ha llevado a un ajuste de las estimaciones sobre la utilización y las reservas de cereales en el mundo. Este país ha comprado grandes cantidades de maíz en las últimas semanas ante la mayor demanda de piensos y los menores suministros domésticos, lo que ha contribuido a elevar la previsión del comercio global de cereales a 465,2 millones de toneladas en 2020-2021, el 5,7 % más que en la temporada previa.

En cuanto a la producción mundial, se estima que la del trigo y la del arroz experimentarán un nuevo récord en 2020, mientras se espera un modesto incremento de los cereales de invierno en el hemisferio norte por las mayores superficies en Francia, India, Rusia y Estados Unidos.

Asimismo, sus datos apuntan a que en el hemisferio sur se mantendrán los niveles altos de la producción de maíz en Argentina y Brasil, así como las perspectivas favorables en Sudáfrica y los países del entorno.

Finalmente, la FAO ha informado de que los precios mundiales de los alimentos crecieron el 4,3% en enero respecto a 2020 y alcanzaron su nivel más alto desde julio de 2014, empujados por los cereales, los aceites vegetales y el azúcar.

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