La Guardia Civil de Granada ha destruido de forma controlada los restos explosivos de la Segunda Guerra Mundial que han aparecido entre las patatas en una planta de elaboración de alimentos. La mercancía procedía de Francia e incluía una granada de mano.
Según en el Instituto Armado, los agentes detonaron de forma controlada tres espoletas y una granada de mano de tipo piña. Las patatas que utilizan en la fábrica proceden de la región francesa de Somme, por lo que presumiblemente son restos explosivos de la Segunda Guerra Mundial.
Los hechos ocurrieron el viernes 26 de abril cuando el gerente de la empresa alertó a la Guardia Civil porque, tras vaciar una saca de patatas en la máquina peladora, los empleados encontraron tres espoletas de proyectil y el cuerpo de una granada de mano.
El pasado marzo en esa misma fábrica ya encontraron otra espoleta entre las patatas
Los trabajadores de la empresa no se sorprendieron con el hallazgo ya que el pasado mes de marzo en esa misma fábrica encontraron otra espoleta entre las patatas, por lo tanto, ya sabían cómo actuar.
El Equipo de Desactivación de Explosivos (EDEX) de la Guardia Civil de Granada acudió a la empresa y comprobó que las tres espoletas aún tenían su multiplicador y carga explosiva y que la granada de mano, aunque tenía seccionada la cabeza, todavía contenía su carga explosiva en perfectas condiciones, lo que las hacía peligrosas.
Los agentes de la Guardia Civil siguieron el protocolo establecido y buscaron un lugar seguro para detonarlas de forma controlada.
Ante casos similares, el Instituto Armado ha recomendado a la población que se abstenga de manipular cualquier explosivo y avise para que se aborde de la manera adecuada y se evite así que pueda estallar y herir de gravedad a quienes lo estén manipulando.