La exportación de aceite de oliva se ha ido recuperando en los últimos meses, aunque las cantidades vendidas al exterior se mantienen sensiblemente por debajo de las registradas en la pasada campaña, de acuerdo con los últimos datos de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), correspondientes al pasado mes de junio.
En junio se situaron, en concreto, en 87.000 toneladas, frente a las 79.900 exportadas en mayo y las 80.900 de junio de 2017. Sin embargo, el acumulado en los nueve primeros meses de la actual campaña 2017/18 (octubre-junio) muestra que están todavía un 15,3% por debajo de las realizadas en el mismo período de la campaña anterior: 628.600 toneladas frente a 741.900 entre octubre y junio de 2016/17. También son un 11,2% inferiores a la media de las cuatro últimas campañas.
En lo que respecta al mercado nacional, que ha ido disminuyendo en los últimos años, el volumen vendido en ese período fue de 356.500 toneladas, un 1,5% menos que en la campaña anterior y un 9,9% inferior a la media de las cuatro últimas. En junio el consumo interno fue de 32.700 toneladas.
La comercialización de junio (mercado nacional + exportación) se aproximó a las 120.000 toneladas.
Menos de un millón de toneladas en total
La disminución de las exportaciones hace que el volumen comercializado se quedara, a finales de junio, por debajo del millón de toneladas. En concreto ascendía a 985.100 toneladas, un 10,8% menos que en la campaña anterior y un 10,7% por debajo de la media de las cuatro últimas.
Por lo demás, la AICA da cuenta de unas importaciones en el período considerado de 125.500 toneladas (+65,6% respecto a la campaña anterior; +48,3% respecto a la media) y de unas existencias a finales de junio 700.900 toneladas, unas 100.000 toneladas más que el año pasado por las mismas fechas.
Hay que recordar que la producción de la presente campaña 2017/18 se ha situado en 1,25 millones de toneladas, algo más corta que la de 2016/17 (1,29 millones).
