La biodiversidad que sustenta los sistemas alimentarios está desapareciendo lo que pone en grave peligro el futuro de nuestros alimentos y medios de subsistencia, nuestra salud y medio ambiente. Así lo advierte la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en un informe, el primero de este tipo realizado hasta ahora, publicado recientemente.
De unas 6.000 especies de plantas aproximadamente que se cultivan con fines alimentarios, menos de 200 contribuyen de manera sustancial a la producción alimentaria mundial, y tan sólo nueve de ellas representan el 66% del total de la producción agrícola, indica el informe.
Asimismo, la producción ganadera mundial se basa en unas 40 especies animales, de las cuales “sólo un puñado nos proporciona la mayor parte de la carne, leche y huevos”. De las 7.745 razas de ganado locales registradas en el mundo, el 26% está en peligro de extinción.
Además, el informe subraya que numerosas especies asociadas a la biodiversidad también se encuentran gravemente amenazadas (aves, murciélagos o insectos); estas especies contribuyen al control de plagas y enfermedades, a la biodiversidad del suelo y a la polinización.
Los bosques, pastizales o los humedales que proporcionan numerosos servicios a la alimentación y la agricultura también están disminuyendo rápidamente.
Según la FAO, los principales factores de esta pérdida de la biodiversidad son los cambios en el uso y la gestión de la tierra y el agua, y en menor medida, la contaminación, la sobreexplotación, el cambio climático, el crecimiento demográfico y la urbanización.
La biodiversidad para la alimentación y la agricultura incluye a todas las plantas y animales -silvestres y domésticas- que nos proporcionan alimentos, piensos, combustible y fibra. También abarca la miríada de organismos que apoyan la producción alimentaria a través de los servicios ecosistémicos, lo que denominamos “biodiversidad asociada”. Aquí figuran todas las plantas, animales y microorganismos que mantienen los suelos fértiles, polinizan las plantas, purifican el agua y el aire, mantienen sanos a peces y árboles, y combaten las plagas y enfermedades de los cultivos y el ganado.
El director general de la FAO, José Graziano da Silva, aseguró que «la biodiversidad es fundamental para salvaguardar la seguridad alimentaria mundial, sostener dietas saludables y nutritivas, mejorar los medios de subsistencia rurales y reforzar la resiliencia de las personas y comunidades. Tenemos que utilizar la biodiversidad de forma sostenible, para poder responder mejor a los crecientes desafíos del cambio climático y producir alimentos de una forma que no dañe a nuestro medio ambiente ambiente”.