Teniendo en cuenta la situación hídrica en las cuencas peninsulares, los agricultores sembrarán a «expensas de lo que llueva», según el presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore), Andres del Campo. Por lo tanto, los productores estarán obligados a dejar aquellos cultivos con mayores necesidades de agua.
Los embalses se encuentran actualmente al 38,9% de su capacidad, según los últimos datos del Ministerio de Medio Ambiente. Además, a finales de agosto los suelos se encontraban secos en la mayor parte de España, sobre todo en la mitad sur peninsular, tal y como lo confirman los datos de la Agencia Estatal de Meteoreología (AEMET).
Con este escenario, según Del Campo, si este otoño/invierno sigue seco, en primavera no habrá agua suficiente para asegurar las producciones y los agricultores apostarán por cultivos de secano. Por ello, prevé que aumente la siembra de cereales como el trigo o la cebada, así como de oleaginosas como el girasol o colza, con menos necesidades hídricas pero también menos rentables.
Entre los cultivos afectados por la falta de agua destacan el maíz y el arroz, ya que precisan muchos riegos. Según Del campo, en esta campaña en la cuenca del Duero no se ha podido suministrar todo el agua necesaria al maíz loque se ha notado en los rendimientos (4.000 kilos por hectárea, cuando lo normal son 14.000 kilos/ha).
Además, el presidente del Fenacore ha detallado que en los cultivos plurianuales se centrarán en salvar el árbol más que en la propia producción. Asimismo, ha advertido que si la situación hídrica no mejora para los cultivos hortícolas, se corre el riesgo de dejar de abastecer mercados que serán copados por producciones de terceros países.
Finalmente, Del Campo ha recordado la necesidad de modernización de los regadíos y ha destacado la «importancia que tiene la regulación de embalses» para hacer frente a este año de sequía.