A partir del 19 de diciembre de este año quedará totalmente prohibido el uso al aire libre de los tres insecticidas neonicotinoides cuya utilización está restringida desde el año 2013. Desde esa fecha, solo podrán aplicarse en invernaderos permanentes.
El Diario Oficial de la UE publicó el 30 de mayo los tres reglamentos que prohíben el uso de la clotianidina, el imidacloprid y el tiametoxam al aire libre, tal y como decidió la Comisión Europea el pasado mes de abril con el apoyo de los Estados miembros. La medida será aplicable a partir del 19 de diciembre de 2018, según se recoge en las citadas disposiciones.
Los reglamentos precisan que esa prohibición es válida no solo para los usos de las tres sustancias en cuestión sino también para las semillas tratadas con ellas, cuya comercialización y uso solo estará autorizada cuando esas semillas vayan a utilizarse únicamente en invernaderos permanentes y cuando los cultivos resultantes vayan a permanecer en un invernadero permanente durante todo su ciclo vital.
Los Estados miembros tendrán que modificar o retirar las autorizaciones vigentes de productos fitosanitarios que contengan estas sustancias el 19 de septiembre de este año, como muy tarde. Y todo período de gracia que pueda conceder un Estado miembro (para la eliminación, almacenamiento, comercialización y utilización de las existencias) tendrá que ser lo más breve posible y, como máximo, expirará el 19 de diciembre de 2018.
La Comisión Europea presentó en 2017 su propuesta para ampliar las restricciones al uso de estos tres insecticidas (cuya utilización estaba prohibido desde 2013 en los cultivos atractivos para las abejas) con el fin de prohibirlos al aire libre con carácter general. Sin embargo, esperó a que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) actualizara su evaluación sobre los mismos antes de someter la propuesta a la votación de los Estados miembros.
En un dictamen publicado el pasado mes de febrero, la AESA confirmó que la mayor parte de los usos de los pesticidas neonicotinoides suponen un riesgo para la salud de las abejas salvajes y las domésticas.