Muchos fabricantes de fitosanitarios han eludido presentar a las autoridades europeas los resultados de pruebas que pondrían de manifiesto los efectos nefastos de sus sustancias para el cerebro de animales de laboratorio expuestos en el útero, según un estudio publicado recientemente.
En el estudio, aparecido en la revista Environnmental Health, el químico Axel Mie y la toxicóloga Christina Rudén muestran que muchos fabricantes de pesticidas no han presentado a las autoridades europeas los resultados desfavorables de test de toxicidad para el desarrollo neuronal del feto realizados entre 2001 y 2007. Según el diario Le Monde, estas pruebas ponen de manifiesto los efectos nocivos de sus sustancias en animales de laboratorio expuestos en el útero.
«Estas pruebas ponen de manifiesto los efectos nocivos de sus sustancias en animales de laboratorio expuestos en el útero»
Para llegar a esta conclusión, los dos científicos suecos han comparado los datos transmitidos por los fabricantes de pesticidas a las autoridades americanas, por un lado, y a las europeas, por otro.
De esa forma han podido identificar nueve pesticidas (*) con los que varios industriales -entre ellos Bayer y Syngenta- han realizado y presentado estudios de neurotoxicidad durante el desarrollo a la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) americana pero no a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA).
Un sesgo en la evaluación de riesgos
“Sin un acceso completo a todos los estudios de toxicidad realizados, no puede haber una evaluación fiable de la seguridad de los pesticidas por parte de las autoridades de la UE”, según los investigadores.
Estos añaden que, el hecho de no haber presentado estos estudios a la AESA, ha tenido implicaciones en la autorización de comercialización de tres de esas nueve sustancias. En el caso de cuatro de ellas, consideran que es lo que ha podido ocurrir, señala Le Monde.
La CE recuerda que las empresas “deben notificar a los Estados miembros el descubrimiento de efectos indeseables (de sus productos)”
Las empresas interrogadas por el diario aseguran que han seguido escrupulosamente la reglamentación europea. Según ellas, esta no exigía estudios de neurotoxicidad durante el desarrollo en el momento de los hechos. En todo caso, la Comisión Europea recuerda que las empresas “deben notificar a los Estados miembros el descubrimiento de efectos indeseables (de sus productos)”, subraya Le Monde.
En su estudio, Axel Mie y Christina Rudén sugieren modificar las reglas para que los estudios se realicen por encargo de las autoridades públicas y no de las empresas. “Esto evitaría que el interés económico de la empresa influya en la concepción, realización, comunicación y difusión de los estudios”.
Añaden que “también deberían revisarse las normas para garantizar que la no divulgación de los estudios de toxicidad comporta un riesgo jurídico importante para las empresas de pesticidas”. A día de hoy, cuatro productos no se han renovado, cuatro se están examinando y solo la abamectina se va a reautorizar en 2023.
(*) Abamectina, etoprofos, buprofezin, fenamidona, fenamifos, fluazinam, glifosato trimesium, pimetrozina, piridaben.