Lo primero que debe hacer el nuevo presidente francés, Emmanuel Macron, en materia agraria es trabajar para que los agricultores reciban una renta justa mediante la recuperación del valor añadido que les corresponde en el seno de la cadena alimentaria. Esto es lo que la Federación Nacional de Sindicatos de Productores Agrarios (FNSEA), principal organización agraria del país, considera más urgente.
La FNSEA, que ha mostrado su satisfacción por la victoria de Macron en las elecciones presidenciales del 7 de mayo, subraya que el desequilibrio en la cadena alimentaria ha debilitado la capacidad económica de las explotaciones y ha anunciado que presentará propuestas al respecto al Gobierno.
La segunda petición urgente de la organización es la simplificación de las normas, sobre la que también presentará sus sugerencias.
Por otro lado, espera que el futuro ministro de Agricultura asuma las 13 propuestas que ha presentado para sus primeros 200 días. Para ello, es necesario un Ministerio «ampliado», que integre la agricultura, la alimentación, los bosques y el medio rural. «La combinación de todo ello -dice- dará aliento al desarrollo económico de los territorios, favoreciendo la reconciliación entre agricultura, medio ambiente y sociedad».
Sin Europa, la agricultura no tiene futuro
La FNSEA considera que la victoria de Macron muestra que ha prevalecido «la opción por una Francia fuerte en una Europa protectora y abierta a los grandes retos». «Necesitamos -ha añadido- un ministro muy presente e implicado en Bruselas, porque sin Europa la agricultura no tiene futuro».