El Gobierno francés ha anunciado dos dispositivos de ayuda adicionales para los agricultores que representan un monto total de 230 millones de euros y ha mostrado su determinación para conseguir que la Unión Europea renuncie a las negociaciones con Mercosur en las condiciones actuales.
El ministro de Agricultura, Marc Fesneau, ha dado a conocer estas medidas mientras continúa la presión de decenas de puntos de bloqueo de los agricultores por todo el territorio francés, y en particular en las principales autopistas de acceso a París. De hecho, unos 200 tractores bloquean la autopista A1 (que une a París con Bélgica y Países Bajos) a unos 40 kilómetros de París.
«Queremos mantener la presión sobre el Gobierno hasta que comprenda que los agricultores no podemos más», asegura la agricultora Marie Françoise Lepers, delegada del sindicato FDSEA en el departamento del Somme (norte), que se incorporó al bloqueo esta mañana tras recorrer un centenar de kilómetros.
Medidas del Gobierno francés
En cuanto a los dispositivos de ayuda adicionales, el primero estará dotado de 150 millones de euros y será para el arranque de viñas, que podrá ser temporal o definitivo y que tendrá que recibir el visto bueno de la UE, para lo cual Francia va a negociar en Bruselas dentro de una coalición que tiene intención de constituir con España e Italia, explicó Fesneau.
El segundo, con 80 millones de euros, se destinará por una parte para problemas específicos de sectores que han tenido crisis puntuales, como el mildiu en ciertas regiones vinícolas, y también al pago de los intereses de préstamos de explotaciones agrícolas en 2024.
Mercosur: las negociaciones entre los dos bloques se han suspendido
Sobre el rechazo tajante de París a un acuerdo entre la UE y Mercosur, el titular de Agricultura dijo que las informaciones que tiene son que las negociaciones entre los dos bloques se han suspendido, como Francia había pedido. Reconoció que en esta cuestión «Francia está bastante sola» entre los 27 países de la UE, pero insistió en que si no obtienen lo que quieren, es decir, las famosas «cláusulas espejo», no habrá acuerdo.
En este sentido, recordó que la posición francesa se basa en que «las prácticas agrícolas» de ciertos productos en los países de Mercosur incumplen las reglas sanitarias o medioambientales que se imponen a los agricultores en Francia, como el recurso a hormonas para el engorde del ganado o el uso de ciertos fitosanitarios, y además la «trayectoria» climática de esos países «no es buena».
La cuestión de la negociación con Mercosur es uno de los temas que el presidente francés, Emmanuel Macron, tiene intención de abordar mañana en una reunión con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen en Bruselas, con ocasión de la cumbre extraordinaria de la UE.