Francia ha confirmado su plan de prohibición del glifosato de aquí a finales del presente año 2020 para los usos para los que no existen alternativas no químicas.
Lo hicieron los ministros que participan en el comité de orientación y seguimiento del plan nacional de reducción de los productos fitosanitarios (Ecophyto 2+), entre ellos el de Agricultura, Didier Guillaume.
El número de productos con glifosato autorizados en Francia pasó de 190 a finales de 2018 a 29, que se están examinando, a principios de 2020.
El Instituto de Investigación Agronómica (INRAE) ha estimado en unos 250 euros por hectárea el sobrecoste medio que supone la eliminación de las hierbas por métodos mecánicos en viticultura. Para el resto de sectores aún está pendiente de evaluación el impacto económico de la prohibición del glifosato.
Sobre la base de esas evaluaciones se procederá, como muy tarde a finales de 2020, a la retirada de las autorizaciones de comercialización de algunas de esos 29 productos, en concreto para los que haya alternativas no químicas aceptables desde el punto de vista económico y práctico.
El Gobierno francés ha puesto de manifiesto que está apoyando al sector agrario en la reducción del uso de productos fitosanitarios. Subraya que destina a ese fin cerca de 400 millones de euros cada año, de los que 200 son para la conversión en agricultura ecológica. En 2020 ese montante aumentará en 250 millones de euros.
En 2018, sin embargo, aumentó en este país la venta de productos fitosanitarios, tras el descenso observado en 2017. Según las autoridades, esa evolución al alza se debió a que a finales de 2018 se adelantaron las compras ante la entrada en vigor, en 2019, de un impuesto por contaminación a las sustancias más preocupantes.
