El comercio exterior de los miembros del G20 alcanzó niveles récord durante el primer trimestre de 2021 por el triple efecto de la recuperación económica, la devaluación de la divisa estadounidense y el alza de los precios de materias primas como el petróleo, los productos agrícolas o de varios metales. Así lo indicó el pasado 25 de mayo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Según los datos de la Organización, las exportaciones de los países del G20 crecieron un 8% entre enero y marzo respecto al mismo trimestre de 2020 hasta los 4,02 billones de dólares, mientras que las importaciones aumentaron un 8,1% hasta los 3,97 billones.
Todos los miembros del grupo incrementaron sus ventas y sus compras en el exterior salvo el Reino Unido, cuyas exportaciones sufrieron un descenso del 5,7% y las importaciones un 10,5% en los tres primeros meses en que se hizo efectivo el Brexit. La OCDE precisó que eso ocurrió después de los fuertes incrementos de intercambios que se habían producido en el cuarto trimestre de 2020, precisamente para constituir existencias y garantizar aprovisionamientos ante las incertidumbres sobre las consecuencias de su salida de la Unión Europea (UE).
Dejando aparte el caso particular del Reino Unido, el incremento del comercio exterior en dólares corrientes aparece parcialmente vinculado a la depreciación de esta moneda de referencia, que a su vez en parte está detrás del ascenso de otros precios.
Se encarecieron los productos agrícolas, y sobre todo los cereales y los aceites vegetales
La subida de precios de las materias primas en el primer trimestre fue particularmente marcada para el petróleo (se encareció casi un 35%). Eso se tradujo en una notoria progresión de las exportaciones de grandes productores como Canadá (+10,8%) y Rusia (+13,1%).
También se encarecieron los productos agrícolas, y sobre todo los cereales y los aceites vegetales, con incrementos superiores al 10%. Las ventas de los productores de todas esas materias primas se dispararon: las de Argentina un 33,3 %; las de Australia un 17,5%; las de Brasil un 14,7%; y las de Sudáfrica un 17,3%.