Los últimos datos sobre el número de explotaciones avícolas existentes en España muestran que a 1 de enero del presente año 2017 había en nuestro país unas 17.500 instalaciones, considerando todas las especies. Esto supone una caída del 8% respecto a las de diciembre de 2015, según el informe sobre indicadores económicos del sector publicado por el Ministerio de Agricultura. El descenso se debe a la disminución de las explotaciones de la especie Gallus (pollos, gallos y gallinas), ya que aumentaron las granjas del resto.
En concreto, las explotaciones de pollos, gallos y gallinas se redujeron en un 22,28%, hasta las 7.310.
Por el contrario, las de perdices, que son las segundas en importancia, se incrementaron en un 5,4% y las de pavos, codornices y palomas en más de un 6%. Todas ellas, junto con las de patos, ocas, pintadas y faisanes han registrado un crecimiento muy significativo en la última década y ganan peso dentro del total.
En lo que respecta a otros indicadores del sector, el informe del Ministerio muestra un incremento de la producción y del consumo interno el año pasado. También aumentaron las exportaciones mientras que las importaciones disminuyeron ligeramente.
El valor de la producción española de carne de aves se situó el año pasado en 2.207,1 millones de euros (2.309,9 millones en 2015), lo que representa el 13,5% de la producción final ganadera de ese año y el 4,7% de la producción final agraria total.
