Este jueves, 11 de mayo, decenas de ganaderos gallegos han vuelto a salir a la calle en Lugo para protestar por los bajos precios de la carne en origen, la subida de los costes de producción, la nueva PAC y la falta de una solución para el lobo. La movilización la ha convocado Gandeiros Galegos da Suprema.
Los manifestantes han recorrido con sus tractores el centro de la ciudad de Lugo y, poco a poco, los han estacionado en la Rolda da Muralla, donde permanecerán «de forma indefinida», según la organización, hasta que los ganaderos de carne obtengan respuesta satisfactoria por parte de la Administración a sus demandas.
La llegada de los tractores al centro de la ciudad se produjo mucho antes de lo previsto, casi una hora antes de la fijada, para salir en grupo del Parque Empresarial das Gándaras. A medida que iban llegando a la Rolda de la Muralla, los tractores iban quedando estacionados.
Entretanto, decenas de ganaderos de carne que participaban en la protesta se concentraban ante la Delegación Territorial de la Xunta de Galicia en Lugo, donde quemaron varias pacas de hierba seca ante la sede de la Administración autonómica, además de arrojar huevos contra la fachada del edificio. Un amplio dispositivo policial se ocupó de proteger el edificio oficial, aunque no llegaron a registrarse incidentes de importancia.
Posteriormente, con bastante retraso sobre el horario previsto, partió la manifestación a pie de los ganaderos, que recorrió las calles del centro de Lugo y pasó por la Subdelegación del Gobierno.
La Asociación de Criadores de Raza Rubia Galega (Acruga) ha expresado públicamente su apoyo a esta manifestación.
Demandas
Entre las demandas de Gandeiros Galegos da Suprema, Santiago Rego, su presidente, destacó la creación de una línea de ayudas directas por producción de calidad, que llegue a los ganaderos a través de «la Indicación Xeográfica Protexida Ternera Gallega».
En ese sentido, recordó que la carne está llegando a los consumidores «a un precio adecuado», pero «al eslabón más débil de la cadena», que son los ganaderos, no se le paga la parte correspondiente del valor generado en la cadena, porque siguen vendiendo el fruto de su trabajo a pérdidas.
Por ello, como posible solución, plantean la creación de una línea de ayudas específicas a la producción «de esa carne de extraordinaria calidad», suficientes para «complementar» lo que cobran los ganaderos en origen para «cubrir los costes de producción y obtener un beneficio, como cualquier otro trabajador que realiza un trabajo».